Liberalizar los horarios comerciales.

Arcadi Espada escribe hoy sobre los horarios comerciales. Es algo que nunca entenderé, por qué alguien que tiene un comercio no puede abrirlo cuando le dé la gana. Es bueno para toda la población en general, y es bueno para el que abra. El que no abra tendrá sus razones pero no entiendo el porqué de coartar la libertad de unos en función de los caprichos de otros.

Destaco del texto de Espada:

Zapatero. Todo lo hace bien. Ahora quiere cambiar los horarios comerciales. Magnífico. Acabaré votándole. Esperanza Aguirre ya lo hizo muchos años antes y así Madrid es una ciudad civilizada donde uno puede comprar a cualquier hora del día (y de cualquier día) un libro. Por contraste la estúpida Barcelona, a cal y canto, dado que su loby de tenderos amenzan con una revolución árabe cada vez que se insinúa la posibilidad de que ¡otros! abran sus tiendas. El presidente tendrá que negociar su propuesta con las fuerzas políticas y sobre todo con los tenderos nacionalistas, sinécdoque fiel de un lugar sobreprotegido donde ya nadie ni nada se valen por sí mismo.

Wealth and technology make the death toll smaller, not larger by Matt Ridley

Preciso artículo de Ridley sobre las consecuencias de los desastres naturales y como la tecnología ayuda a disminuir el número de víctimas. (Aquí en español).


Robert Hardman in the Daily Mail writes:

Of course, the modern world is better equipped than the ancients to survive these cataclysmic disasters. We have stronger buildings, better communications and international aid agencies to help the recovery process. But older societies had a more realistic sense of their place in the world.

Which would you rather have? A more realistic sense of your place in the world -- or your life? The remarkable thing about the Japanese earthquake and tsunami is how many more they would have killed if Japan had still been a poor country.

The biggest natural killers of the last decade -- Haiti's earthquake, Burma's cyclone and Sumatra's tsunami -- were all far, far more lethal because they struck poor countries.

Here is a reminder. (hat tip Real Science)




The broken window fallacy (La falacia dela ventana rota) de Frédéric Bastiat

Es una estupidez decir que una catástrofe traerá beneficios a quien la sufra.

Bastiat lo explica muy bien con el ejemplo de la falacia de la ventana rota (The broken window fallacy).

En el siguiente vídeo lo explican muy bien (English):


Arcadi Espada sobre la violencia de pareja

Arcadi escribe sobre la doble moral en el caso de la violencia de pareja, y la estupidez de relacionar amor y violencia.


Las licencias del mito necrológico. Antes de que acabe el duelo por Liz Taylor debe intervenir el delegado Lorente, que es el que se ocupa de la violencia realmente doméstica. Yo estoy escandalizado de que se le llame amor en las páginas de Cultura y crimen en las de Sucesos. Merese una reflesión.

Karl Kraus se burlaba hace más de un siglo de la “función ética” de la prensa vienesa de su tiempo, capaz de cargar contra la prostitución en los editoriales mientras vendía sus servicios en las páginas interiores. No redundaré yo un siglo después en la ingenuidad. Comprendo muy bien que la función ética de la prensa consista en celebrar el amor criminal al tiempo que censura el crimen amoroso. Pero menos justificación le veo al silencio de los gestores. Este es un gran momento cultural para Lorente y Aído. Y en pos de la igualdad, precisamente. Que sepa un criminalito de Alcorcón, al que le han quitado la custodia de su hijo por venir borracho y darle dos hostias a su mujer, que a Liz y a Burton les espera el mismo trato, aunque sea simbólico.

No sé cómo no les da vergüenza al Delegado y su Musa que haya de salir yo. Yo, precisamente, a frenar esta orgía.

Arcadi Espada sobre Greenpeace

Muy acertado análisis de Arcadi Espada sobre Greenpeace.

Una de las características de las actividades de Greenpeace es su gratuidad. En un sentido amplio. Todo arranca, digamos, de su sentido moral. En realidad, Greenpeace pretende un mundo sin coste ni conflicto. Sus sandeces. Pero esta malformación de arranque tiene manifestaciones llamativas en la actividad corriente. Por ejemplo, la facilidad con que sus activistas se encaraman hasta lugares que no le corresponden, sean barcos, banquetes de gala o balcones. Obviamente, cuando alguien les aplica los deberes que rigen para el resto de los humanos (caso de las autoridades danesas con el activista Uralde) se escuecen y gritan mamá pupa (y puta) porque, habrase visto, en las celdas no había televisión ni acceso a internet. La impunidad no sólo moral de estos inmaduros. Las facilidades de que gozan en los medios, en la policía, en la justicia. Y los socialdemócratas acogiéndoles cordialmente (Marcelino Iglesias los recibe sin cita previa, aunque, en fin, tampoco su agenda), reconociéndoles, tan expertos ellos mismos en el asunto, un cacho de superioridad moral, porque se ocupan de los animalitos sin interés ni tregua y porque sus principios, a diferencia de los principios socialdemócratas, no están en almoneda. Ah, ah. Hay que ver este blog en directo: 10.34 h: «Todos los activistas son desalojados de las marquesinas, de muy malas maneras.» No hay derecho. Entras en una casa ajena, quieres pintar unos monigotes en la pared y te lo impiden a empujones. Lo que hay que aguantar.