The Prosperity Pool by Donald Boudreaux

I’m continually impressed by the countless, seemingly daily improvements in the quality and range of goods and services available on the market. I reflected on these improvements yesterday as I watched my seven-year-old son, Thomas, play with plastic “water noodles” in the swimming pool. Water noodles are brightly colored flotation devices shaped like very large pieces of macaroni. They make playing in a pool both more enjoyable and safer for young children.
In fact, think of human material prosperity as being like water contained in a gargantuan swimming pool. The higher the “water” level, the greater is our prosperity. Call it the “prosperity level” in the prosperity pool.
How is this pool filled? Mostly, small drop by small drop. Countless people line the edge of the pool, each dripping in a drop or two of additional “water” – additional prosperity – from time to time. Very few single drops have any noticeable effect on the prosperity level. Had water noodles never been invented and produced, no one would have noticed. Ditto for almost everything else that comes available on the market – new shades of paint color for homes; improved quality of stereo speakers; improved food-freezing techniques; slightly longer-lasting light bulbs; a new fusion cuisine; a more-efficient machine for weaving fabric; improved corkage for wine. The list is practically endless.
A very few drops are large – say, the polio vaccine, and Henry Ford’s innovation for producing automobiles. But almost all drops are tiny. These tiny drops, though, together result in an enormously high level of material prosperity.
Many people want the prosperity level raised noticeably, by one gigantic infusion. Because each of us individually, even large corporations, are small compared to the whole, no one of us can ever really hope to raise the prosperity level noticeably. As a result, too many of us believe that we don’t “change the world” by contributing little drops; we arrogantly want to make a big splash – a move that raises the prosperity level noticeably.
So what do those with a passion to “change the world” do? They naturally call upon government, the one institution that can make a big splash.
To make a big splash, government makes unusually large infusions into the prosperity pool. Unfortunately, because government officials are not directed by market signals, because of public-choice problems, and because the nature of market prosperity is for it to grow decentrally and incrementally, the big splashes that government makes are too often the result of giant boulders bureaucratically tossed into the pool. These boulders often do make big splashes. They often noticeably change the level of the prosperity pool – too often downward. Giant splashes, after all, are rather wild; much of the splash ends up outside of the pool, where it dissolves.
And even if the measured level of the prosperity pool is higher after the big splash, this higher level might well be due to the fact that a large boulder is now in the pool; the volume of prosperity in the pool might be lower.
Of course, maybe I’m all wet.

¿Cómo se crean las auroras? en Amazings

Vía Amazings.

The Aurora Borealis from Per Byhring on Vimeo.

Wolfgang Amadeus Mozart - Piano Concerto No. 21 - Andante

Entrevista a Francisco J. Rubia Vila

Interesante entrevista a Francisco J. Rubia Vila.

Destaco:
La relación entre emoción y razón no es antinómica. Se ha mostrado en pacientes con lesiones en estructuras del sistema límbico, o cerebro emocional, que tienen dificultades con los razonamientos. Por tanto, la relación entre emoción y razón es estrecha y bidireccional. 

En el hipotálamo se encuentran estructuras que difieren del hombre a la mujer. Pero no son las únicas. Aparte de la morfología, en las funciones también se han detectados diferencias. Ante un mismo problema, los cerebros masculino y femenino se activan de forma diferente, lo que ha llevado a pensar que utilizan estrategias diferentes para la solución de ese mismo problema.



¿En qué se diferencian mente y cerebro? 

La mente no es otra cosa que la actividad consciente e inconsciente del cerebro. 

¿Cuál es la relación entre emoción y razón? ¿Cómo intervienen las emociones en los procesos cognoscitivos? 

La relación entre emoción y razón no es antinómica. Se ha mostrado en pacientes con lesiones en estructuras del sistema límbico, o cerebro emocional, que tienen dificultades con los razonamientos. Por tanto, la relación entre emoción y razón es estrecha y bidireccional. 

¿En qué medida influye el medioambiente para el desarrollo de facultades mentales? 

Cualquier facultad mental para la que tenemos una predisposición genética necesita del entorno para poder desarrollarse. Los genes se expresan si el entorno es apropiado. Eso ocurre, por ejemplo, con el lenguaje, pero también con otras facultades mentales 

¿Cuál es el papel de las emociones en la memoria? 

Fundamental. Todos sabemos que el almacenamiento de sus contenidos es más rápido e intenso cuanto mayor sea la carga emocional. En este proceso, el yo consciente no juega ningún papel. 

¿Es verdad que “El cerebro nos engaña”, tal y como reza el título de uno de sus libros? 

La frase “El cerebro nos engaña” es coloquial. En la palabra “nos” se encierran también cerebros. Lo que quiere dar a entender es que al cerebro no le interesa “la verdad”, sino la supervivencia del organismo que lo alberga. Si le falta información, la suple con historias plausibles, aunque sean falsas. El ejemplo que suelo utilizar es el del cazador en la India que ve tras un arbusto una especie de maroma anaranjada con tiras negras. El cazador sale corriendo porque su cerebro ha reconstruido todo un tigre, pero puede ser una maroma, en cuyo caso el cerebro ha engañado, pero esa “creación cerebral” es útil para la supervivencia. Es muy útil recomponer una imagen con pocos datos, pero tiene también sus inconvenientes porque puede ser engañosa. 

Recientemente, en Estados Unidos, un ordenador diseñado por IBM ha derrotado en un concurso de televisión a dos cerebros humanos privilegiados. Todo un triunfo de la inteligencia artificial, porque además de tener memoria, Watson, que así se llama el robot, puede pensar. Parece una película de neurociencia-ficción... ¿qué le parece a usted? 

Que veremos aún cosas más sorprendentes. No obstante, la comparación del ordenador con el cerebro es incorrecta. En el ordenador la “hardware” y la “software” están separadas; en el cerebro, no. Además, en el ordenador aún falta las emociones que son importantes en el cerebro para razonar como hace la especie humana. 

¿Es cierto que el cerebro tiene sexo, tal y como afirma en su libro “El sexo del cerebro”? ¿En qué consisten, básicamente, esas diferencias? 

En el hipotálamo se encuentran estructuras que difieren del hombre a la mujer. Pero no son las únicas. Aparte de la morfología, en las funciones también se han detectados diferencias. Ante un mismo problema, los cerebros masculino y femenino se activan de forma diferente, lo que ha llevado a pensar que utilizan estrategias diferentes para la solución de ese mismo problema.

Para el neurocientífico Ramachandran las neuronas espejo, las responsables de la empatía y la imitación, serían para la psicología como el ADN ha sido para la biología... ¿qué opina usted? 

Que es un tanto exagerado. No obstante, hay que admitir que la capacidad de imitación y la empatía han sido esenciales en nuestro desarrollo como especie, tanto en la fabricación de utensilios como en el lenguaje gestual, precursor del hablado, y en la llamada “teoría de la mente”, o sea la capacidad de poder adivinar y predecir lo que piensan o sienten los demás, algo enormemente importante para la supervivencia. 

Howard Gardner ha sido recientemente galardonado con el premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales por su labor en el terreno de la educación. Considera que la inteligencia humana no es única y que cada individuo posee, al menos, ocho habilidades cognoscitivas, lo que él llama inteligencias múltiples. ¿Qué opinión le merecen sus conclusiones? 

La palabra ‘inteligencia’ pertenece a lo que se ha llamado ‘psicología popular’ y tiene poco sentido desde el punto de vista neurobiológico. El cerebro ha ido desarrollando a lo largo de la evolución capacidades para solucionar problemas del entorno y cada una de ellas puede tener un desarrollo diferente, tanto en un individuo como entre ellos. De ahí la expresión “múltiples inteligencias”, algo que ya había sospechado Juan Huarte de San Juan en su “Examen de ingenios”. 

¿Es igual de “maleable” el cerebro de un adulto que el de un niño pequeño? 

No es igual de maleable, pues el cerebro del niño aún no está totalmente maduro. Algunas regiones terminan ese proceso de maduración al final de la adolescencia. Lo que es cierto es que podemos aprender hasta el fin de la vida. 

En una de sus conferencias, “Cerebro y música”, habla del lenguaje y la música. Ambas están presentes en todas las sociedades humanas que hoy existen ¿El lenguaje se deriva de la música o ambos, lenguaje y música, se desarrollaron en paralelo? 

No está claro. Algunos autores hablan de “musilenguaje” como si fuese un sistema único. Sin embargo, la localización de algunos aspectos tanto del lenguaje como de la música es diferente. 

Si algunas enfermedades mentales tienen un alto componente genético, como por ejemplo, la depresión, ¿quiere decir esto que son “incurables”? ¿se puede reeducar al cerebro, en este sentido? 

Enfermedades poligénicas, es decir que dependen de varios genes, son difíciles de curar. Es de suponer que en el futuro la terapia génica podrá acometer la eliminación de los genes defectuosos sustituyéndolos por sanos. 

¿Qué relación hay entre las creencias políticas o religiosas o los valores sociales y la estructura cerebral? ¿Condiciona la estructura cerebral las creencias políticas o son los valores los que influyen en el desarrollo de esta estructura? ¿Cómo se explican los fanatismos o, por ejemplo, el surgimiento de movimientos como el nazismo, desde el punto de vista del desarrollo de las ideologías en el cerebro? 

Estamos aún lejos de responder a estas preguntas. Ahora bien, en las ideologías aparece un pensamiento fuertemente dualista unido a una gran carga emocional que las hace extremadamente peligrosas. El pensamiento dualista, sin embargo, es útil para analizar la realidad, ya que el cerebro funciona por contrastes. Con otras palabras: cualquier herramienta cerebral tiene, como todo, sus ventajas y sus inconvenientes. 

¿Estamos totalmente determinados al nacer por nuestra estructura cerebral o podemos decir que cerebro humano goza de libre albedrío? 

Experimentos repetidos en varios laboratorios parecen indicar que el libre albedrío es una ficción. Si en el futuro otros experimentos indicasen su existencia tendríamos que revisar esta opinión. Es difícil aceptarlo, ya que todos tenemos la impresión subjetiva de ser libres. Pero durante veinte siglos hemos tenido la impresión subjetiva de que el sol se movía alrededor de la tierra y ha resultado ser falsa. Mi consejo: hay que ser muy cautos con las impresiones subjetivas.