What ever happened to Baby Jane? (¿Qué fue de Baby Jane?). 1962. Robert Aldrich

Muy buena película de Robert Aldrich que incluyo entre mis películas favoritas. La historia se centra en la relación entre dos hermanas. Una, Jane, estrella infantil ya olvidada por el público, y otra, Blanche, estrella de cine con un éxito notable. Tras un accidente de coche, Blanche queda paralítica de cintura para abajo y al cuidado de su hermana. La película muestra los inicios de la carrera de Jane y de Blanche para luego llevanos a su vida en común, Blanche aislada del mundo y Jane como su cuidadora. Jane va perdiendo el juicio y acosa cada vez más a Blanche.

Las dos actrices, Joan Crawford y Bette Davis, están soberbias, cada una en su registro, la Davis desbocada y Crawford de sufridora. Ambas son la película. El resto de personajes son secundarios, meros comparsas. El ambiente está logrado y meterse en la película es sencillo. La dirección es soberbia, sin alardes. Las sensaciones de locura y miedo están logradas. 

El único punto flaco del desarrollo de la película es la transición entre escenas y las casualidades que se dan en las mismas para favorecer el desarrollo de la acción, se fuerzan las situaciones más de lo necesario. Es lo que le falta para ser una obra maestra.

¿Por qué Blanche ha soportado a su hermana y sus locuras? El final aclara el misterio.

Los quince centros comerciales más espectaculares

















Relatan pormenores del acto represivo contra mujeres de Santiago de Cuba

Vía La revolución de los gladiolos.

La marcha silenciosa de más de una decena de mujeres  que decidieron salir a la calles con gladiolos en las manos  al finalizar la misa del domingo  en la iglesia del Cobre en Santiago de Cuba  fue la justificación que tuvo la policía política   para incitar a un grupo de civiles a que  las  agredieran y  maltrataran.

Tania Montoya una de las participantes  aseguró a martinoticias que aunque en otras ocasiones ella ha sido golpeada y arrestada por participar en acciones de la oposición   “nunca había sentido tanta violencia sobre las mujeres que de manera pacífica caminaban por la calle”.
La activista de derechos humanos al describir lo ocurrido agregó que “aunque todos los agresores vestían  con ropa civil entre ellos pudo identificar a oficiales de la  policía  política que azuzaban a la ciudadanía a que las golpearan y vejaran.”  Definió de brutales  las agresiones contra las quince mujeres que no portaban armas ni realizaban otra acción que caminar con un gladiolo en las manos .
“Todas  las  participantes la pasamos muy mal dijo, Belkis Cantillo Ramírez fue herida con un una  tijera en el brazo derecho, a Aimeé Garcés Leyva, Vicepresidenta Nacional de FLAMUR le hicieron  una fisura en la cervical y  a  Nelsa Fernández Fonseca miembro de la FLAMUR, una pequeña herida en la cabeza, no respetaron ni que una de nosotros es una mujer mayor de edad”
Las mujeres que participaron el  pasado día diecisiete en la misa de la Ermita de la Caridad del Cobre en Santiago de Cuba   han decidido que todos los domingos continuarán asistiendo al lugar para desde allí orar por los presos políticos, pedir la libertad y democratización de Cuba y apoyar  a las mujeres que  en la capital del país asisten a la iglesia de Santa Rita.
Entre las mujeres que asistieron a la misa en la Ermita de la Caridad del Cobre se encontraba  la Dama de Blanco Belkis  Cantillo Ramírez  y miembros de la  Federación Latinoamérica de Mujeres Rurales (FLAMUR).

Los recursos son escasos por Juan Morillo Bentué


La mayoría de los errores en los campos de la economía y la política se explica por la falta de comprensión del problema fundamental de la economía y de la existencia humana: la escasez.


Es habitual ver a la clase política, a los medios de comunicación e incluso a catedráticos de economía apoyar mensajes y teorías intervencionistas que prometen eliminar la escasez de algún recurso de forma mágica, a base de buenas intenciones. Son comunes eslóganes como "Haremos que todo el mundo tenga una vivienda" o "Sanidad gratis para todos".

Las regulaciones e intervenciones públicas, que generan inseguridad jurídica, pobreza, paro y crisis económicas, se explican por esa falta de entendimiento de qué sea la escasez, por lo que difícilmente se sabrá luchar contra ella.

Con respecto a la escasez podríamos decir, parafraseando a Goethe, que todos la viven pero nadie la entiende. Y es que si hay algo cierto, además de la muerte y los impuestos, es que vivimos en un mundo de recursos escasos. La escasez afecta a los bienes, al tiempo, a la energía..., y es un problema que se ha presentado en todas las etapas de la humanidad.

Ciertamente, no estaría mal vivir en el Jardín del Edén, como Adán y Eva, contemplando el árbol de la ciencia del bien y del mal y el árbol de la vida. Recién creados por Dios, que nos entregaría todo aquello que necesitásemos para nuestro gozo, sustento y placer. Nada nos faltaría. Todos los bienes serían superabundantes. Serían bienes libres: habría en tal abundancia, que no sería preciso administrarlos.
Pero hasta que el tiempo se haya cumplido y estemos en el Reino de Dios, la realidad será la que es. Una realidad de bienes escasos, de bieneseconómicos.

Aparte de nuestra experiencia diaria, la lógica de la acción nos lleva a deducir que los medios han de ser forzosamente escasos: si no lo fueran, no los tendríamos en cuenta a la hora de actuar. Allí donde no hay escasez no hay acción humana. Toda acción humana presupone la escasez.
Los medios son, por definición, insuficientes para la satisfacción de todas nuestras necesidades. Los bienes que el individuo cree necesarios para alcanzar un fin son bienes económicos. Son éstos los que constituyen el fundamento de la acción, y únicamente de ellos se ocupa la economía.


Ramón Ledo y Javier Esteban, víctima del atentado de la plaza República Dominicana

Vía Libertad Digital.


El 18 de julio de 1980 la banda terrorista ETA asesina en Vergara (Guipúzcoa) al joven RAMÓN LEDO TABOADA, chapista de profesión. Dos encapuchados armados entraron en el taller de carrocería Aitor, donde trabajaba, y preguntaron por él. Ramón se identificó y los terroristas, sin cruzar palabra, le dispararon a bocajarro, dejándole gravemente herido. Trasladado urgentemente por sus compañeros al centro asistencial de Mondragón, falleció minutos después de ingresar con cinco impactos de bala en la cabeza, la yugular y el pecho. En la entrada del taller donde fue asesinado se recogieron nueve casquillos de bala del calibre 9 milímetros parabellum, marca SF.
Los etarras se dieron a la fuga en cuanto comprobaron que la víctima caía al suelo. Utilizaron para la huida un Seat 131 de color blanco, cuya sustracción fue denunciada por su propietario en la localidad vizcaína de Elorrio después de que se hubiese cometido el atentado. Por este motivo, el gobernador civil de Guipúzcoa ordenó su detención para investigar en qué circunstancias el vehículo había pasado a manos de ETA y la razón de que no se presentara denuncia hasta varias horas después. El automóvil fue localizado por la Policía poco antes de las nueve de la noche en el casco urbano de Vergara.
En 1981 la Audiencia Nacional condenó a José Ramón Bidaburu Otaduy, Pedro Juan Guridi Arocena y Félix Bengoa Unzurrunzaga a 25 años de prisión mayor por el asesinato de Ramón. La sentencia consideró probado que Bidaburu Otaduy y Guridi Arocena robaron en Elorrio un vehículo, dejando a su propietario atado en un pinar próximo, y se dirigieron a Vergara. Allí recogieron a Bengoa Unzurrunzaga que les condujo al taller donde trabajaba la víctima.
Ramón Ledo Taboada, de 23 años, era natural de Chantada (Lugo). Había regresado poco tiempo antes de su asesinato del servicio militar. Aunque trabajaba en Vergara desde seis meses antes, residía en Zumárraga. Se habíacasado recientemente y su mujer estaba a punto de dar a luz. El Ayuntamiento condenó el atentado en un pleno extraordinario convocado al día siguiente.

Poco antes de las once y media de la mañana del viernes 18 de julio de 1986, fallecía en la residencia sanitaria de La Paz el guardia civil JAVIER ESTEBAN PLAZA que había resultado gravemente herido cuatro días antes en el atentado cometido por la banda terrorista ETA en laplaza de la República Dominicana de Madrid. Javier había sufrido un traumatismo craneoencefálico por herida de metralla, con salida de masa encefálica en la región parietal derecha, y permanecía ingresado en la unidad de reanimación de cirugía desde que fue sometido a una intervención quirúrgica el lunes 14 de julio, día del atentado. Con su muerte eran ya diez los guardias civiles asesinados en dicho atentado.
Javier Esteban Plaza, de 26 años, era natural de Guadalajara. Ingresó en la Guardia Civil el 2 de mayo de 1985, en la academia de Úbeda. En el momento del atentado era alumno de la Escuela de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, igual que los otros nueve compañeros fallecidos el mismo día del atentado. Estaba soltero, pero tenía novia.

Antonio Torrón, guardia civil, el comandante Barangua y el coronel Martín-Posadillo

Vía Libertad Digital.


Apenas dos semanas después del asesinato de Alberto Aznar Feix, la banda terrorista ETA volvía a asesinar en Portugalete (Vizcaya). A las 14:40 horas del 19 de julio de 1984, dos terroristas asesinaban de un tiro en la nuca al sargento de la guardia civil ANTONIO TORRÓN SANTAMARÍA en el portal de su domicilio.
El sargento de la Guardia Civil, adscrito a la compañía de especialistas fiscales en el puerto de Santurce, volvía de su trabajo vestido de paisano. En torno a las 14:30 horas llegó al portal de su domicilio. Pese a que solía tomar medidas de autoprotección, no se dio cuenta de que dos terroristas se le acercaron por la espalda. Le dispararon un único tiro en la nuca y se desplomó en el suelo prácticamente muerto. En el lugar de los hechos se recogió un casquillo de bala marca SF del calibre 9 milímetros parabellum. Los asesinos emprendieron la huida a pie por las calles de Portugalete, según contaron testigos presenciales, mientras unas vecinas trataban de evitar que se desangrara, tapándole la herida con una toalla. Una de ellas subió al domicilio para comunicarle a la esposa que su marido había sido asesinado.
Euskadiko Ezkerra (EE) y PCE-EPK manifestaron tras el atentado su más enérgica protesta por este atentado. Para EE, el asesinato de Antonio Torrón era una provocación contra las medidas de reinserción de etarras. Por su parte, la ejecutiva del Partido Socialista de Euskadi (PSE) reiteró su llamamiento al lehendakari del Gobierno vasco, Carlos Garaikoetxea, para que asistiese a los funerales por la víctima. El ministro del Interior, José Barrionuevo, comentó en Radio Nacional de España con tristeza e ironía que el atentado era "una hazaña de valientes gudaris".
A primeras horas de la tarde se instaló la capilla ardiente en el Gobierno Civil de Vizcaya. El funeral se celebró al día siguiente, 20 de julio, en la Iglesia de los Agustinos de Portugalete, donde fue enterrado.
En agosto de 2009 fue detenido por la Policía Nacional el etarra Juan Manuel Inciarte Gallardo, aliasButo y Jeremías, nada más llegar al aeropuerto de Barajas. En situación de busca y captura desde julio de 1991, el etarra llevaba varios años afincado en México, de donde fue expulsado debido a su situación irregular en el país. La detención de Inciarte Gallardo comenzó a gestarse con una denuncia anónima en México que indicaba la presencia de un ciudadano extranjero que podría residir en el país de forma ilegal. Ante la posibilidad de que su nacionalidad fuese española y se tratase de un miembro de ETA, comenzó la investigación de la Comisaría General de Información, que comprobó la verdadera identidad del individuo. Las Fuerzas de Seguridad lo consideran presunto autor material del asesinato de Antonio Torrón, entre otros cometidos como miembro del grupo Vizcaya de ETA.
Antonio Torrón Santamaría, de 55 años, estaba casado con Pilar Gómez Heredia y tenía dos hijos: José Antonio, de 29 años, y María Pilar, de 27. Natural de Burgos, llevaba treinta años viviendo en Vizcaya, quince de ellos en Portugalete. Antonio iba a retirarse en marzo de 1985 y pensaba abandonar el País Vasco en esa fecha, según declaró su hija María Pilar. "Estaba contando los días que le quedaban hasta marzo de 1985". "Mi padre no estaba amenazado; jamás había hecho nada". Sin embargo, reconoció que su padre tenía miedo y tomaba medidas de precaución, cambiando con frecuencia de hábitos. "Nunca solía volver a la misma hora de su trabajo, y normalmente volvía en su coche, porque tenía miedo". El sargento de la Guardia Civil estaba destinado en la unidad del Servicio Fiscal en el puerto de Santurce, no muy lejos de su domicilio de Portugalete.
A las once y cuarto del 19 de julio de 1989, Henri Parot y Jacques Esnal, miembros del denominado grupo Francés de ETA, asesinaban en Madrid al comandante del Ejército de Tierra IGNACIO BARANGUA ARBUÉS y al coronel JOSÉ MARÍA MARTÍN-POSADILLO MUÑIZ cuando salían del Cuartel General del Ejército en un vehículo oficial conducido por el soldado Fernando Vilches Herranz, que prestaba su primer día de servicio y resultó gravemente herido.
El atentado se produjo en un momento en el que los rumores sobre la posible reanudación de las negociaciones, tras el fracaso de la Conversaciones de Argel entre el Gobierno de Felipe González y ETA, eran cada vez más fuertes, pese a los desmentidos del propio presidente del Ejecutivo. El mismo día del asesinato de los dos militares, el juez Baltasar Garzón declaraba en Estrasburgo: "Nunca ya deberá propugnarse tipo alguno de negociación o pacto con una organización criminal que ha anulado su propia capacidad de negociar políticamente" (El País, 20/07/1989)
Los etarras siguieron el vehículo oficial que, al llegar a la avenida Ciudad de Barcelona, se detuvo para hacer unas gestiones frente a una oficina de Renfe, cerca de la estación de Atocha. En ese momento, sin que a las víctimas les diese tiempo de apearse del automóvil, fueron tiroteados a través de la luneta trasera y de las ventanas laterales, provocando la muerte en el acto del coronel y el comandante, y dejando gravemente herido al soldado conductor. En el lugar del atentado se encontraron cinco casquillos del calibre 9 milímetros parabellum y veintiséis del calibre 7,62. Los terroristas hicieron los disparos desde un vehículo Peugeot 505 robado el 28 de mayo en Guipúzcoa, que se situó a la altura del coche oficial, y dispararon apostados desde las ventanillas.
El vehículo utilizado por los terroristas fue localizado poco después por la Policía a escasa distancia del lugar del atentado, aparcado en doble fila a la altura del número 27 de la avenida Menéndez y Pelayo, esquina con la calle de Ibiza. Un equipo de desactivación de explosivos del Cuerpo Nacional de Policía revisó exhaustivamente el coche hasta descartar que hubiese alguna bomba-trampa.
El alcalde de Madrid, Agustín Rodríguez Sahagún, y su primer teniente de alcalde, José María Álvarez del Manzano, se trasladaron al lugar del atentado, donde expresaron su absoluta repulsa por el crimen. A continuación, Rodríguez Sahagún se trasladó al Hospital Gregorio Marañón para interesarse por el estado del soldado herido.
Los cadáveres de los dos militares permanecieron en el interior del vehículo hasta que, en torno a la una de la tarde, el juez de guardia ordenó su levantamiento. La capilla ardiente de los dos mandos militares se instaló en el Cuartel General del Ejército.
El soldado Fernando Vilches Herranz, de 18 años, fue alcanzado por tres proyectiles. Uno de ellos quedó alojado en la segunda vértebra cervical y le produjo contusión medular. Fue trasladado al Hospital Gregorio Marañón, donde se le intervino de sus heridas, calificadas de muy graves. Fernando se había incorporado al servicio militar en el mes de mayo de 1979 y realizaba su primer servicio como conductor. Tardó ciento cuarenta días en recibir el alta médica, pero quedó con numerosas secuelas que le imposibilitaron para desempeñar "las funciones de la que, hasta el momento del hecho, era su profesión de carpintero y montador de cubiertas" (Sentencia nº 33 de la Audiencia Nacional del año 2001 por la que se condenó a Francisco Múgica Garmendia, aliasPakito, como autor por cooperación necesaria).
En 1993 la Audiencia Nacional condenó a dos penas de 28 años de prisión mayor a Henri Parot como autor material del atentado, y otros 19 años de prisión menor por el delito de asesinato frustrado. En la sentencia se consideran como hechos probados que la dirección de ETA había encargado a Parot y Jacques Esnal que cometieran atentados contra militares en Madrid, para lo que ambos se desplazaron desde Francia. Cuando vieron salir el vehículo oficial del Cuartel General del Ejército, lo siguieron, atentando contra él minutos después. Parot disparó cinco balas con una pistola Sig-Sauer contra el coche ocupado por los militares, mientras que Jacques Esnal lo ametralló con una Kalashnikov. Este último fue condenado a cadena perpetua en junio de 1987 por el Tribunal de lo Criminal de París junto a Jean Parot, hermano de Henri, por el asesinato en Benicasim del ciudadano francés Clement Perret, bajo la acusación de colaborar con los GAL.
Años después, en 2001, fue condenado Francisco Múgica Garmendia, como autor por cooperación necesaria del atentado, a dos penas de 28 años de prisión mayor, y a 19 de prisión menor por el asesinato frustrado del soldado Fernando Vilches.
Ignacio Barangua Arbués, comandante del Cuerpo de Intendencia del Ejército de Tierra de 36 años, era natural de Zaragoza. Estaba casado y tenía una hijade 12 años. En el momento de su asesinato estaba destinado en la Dirección de Transportes del Mando Superior de Apoyo Logístico del Ejército de Tierra.


José María Martín-Posadillo, coronel del Cuerpo de Intendencia del Ejército de Tierra de 56 años, era natural de Toledo. Estaba casado con María Isabel Franco y tenía tres hijos. Igual que el comandante Barangua, estaba destinado en la Dirección de Transportes del Mando Superior de Apoyo Logístico del Ejército de Tierra cuando fue asesinado. El coronel fue enterrado en Zaragoza.

En marzo de 2005 ambos militares fueron ascendidos, con carácter honorífico y a título póstumo, por Real Decreto del Consejo de Ministros

¿Quién quiere comida cuando puedes morirte en náhuatl? del blog de Cristian Campos



Por primera vez, y para que sirva de precedente, voy a colgar aquí los dos comentarios de un lector a uno de los posts de este blog (en este caso el de Aprendiendo a leer).

Comentario 1:
“Querido Cristian:
Me has tenido riéndome como media hora. Parecía que hubieras estado agazapado en un pasillo de la Autónoma de Madrid. Es que…te explico: soy filólogo y chileno. Así que estoy doblemente infectado.
El mejor ejemplo de la inutilidad de las Letras es el pasillero. El pasillero es un mamífero porrero que gasta el dinero público en los pasillos de la universidad. Fuma, aunque esté prohibido. Hace pellas, aunque pague el diez por ciento de la matrícula. Odia las fotocopias gratuitas con membrete de Burger King, aunque las empresas paguen su carrera.
El pasillero luce orgulloso su camiseta de algún genocida. Yo, por dar por culo, me ponía mis camisetas del ejército israelí. Me odiaban y mascullaban “sionista”. Y yo henchido.
Pero el pasillero -y el de Letras por extensión- se cree ungido por el Gran Mesías. Es divertídisimo lo religiosos que llegan a ser los laicos. Cree que el Mundo lo necesita. Se leyó el artículo de Marx -Groucho o Karl- en la Wiki y se siente sobrado.
Y aquí el ejemplo. La profesora de literatura hispanoamericana era una delicia. Qué voz. Qué vaquero. Pero necesitaba recordarnos el triunfo de Allende y Fidel Castro. Su libro de Alejo Carpentier era tremendo: hablando del analfabetismo en Cuba, ni una mención a cárceles o dictadores. Na de na. Y yo: ay mísero de mí, ay infelice; le quise rebatir un asuntillo.
El odio a lo español es puro orgasmo cuando se habla de Octavio Paz y su teoría de que México es hijo de una violación. El gachupín que viola a los pobres mexicas. El hijo de la Chingada. Lo dice en “El laberinto de la soledad”. Sabrás la de idioteces que se han dicho a partir de ahí. Y la profa, erre que erre, imbuyéndonos de culpa.
Hasta que yo le hablé de un libro que había leído en inglés. Lo escribió James Lockhart y se titula “Los nahuas después de la conquista”. El libraco habla de cómo sentían la conquista española los dominados por los españoles. El anglosajón se había leído las narraciones escritas en nahuatl. Nada de Bartolomé de las Casas. La conclusión era que los nahuas estaban encantados con la conquista, por la lógica razón de que Cortés y los suyos eran más justos y respetuosos que los viscerales aztecas.
Confronté el mito y el dato. ¿Crees que la convencí? Jamás. No quiere. Se aferra al mito, como mi abuela al rosario.
Encantado de descubrirte.
Un abrazo.
Juan Pablo Arenas.”

Comentario 2:
“Perdona el tedio, pero es que me acuerdo de chascarrillos y me da la risa floja, de nuevo.
Recuerdo cierta profesora de pingüe sueldo pagado a tocateja por el contribuyente, la cual no sabía qué era un fonema prepalatal sordo. Ese fonema, en el mundillo friqui filológico, es como si un periodista no sabe lo que es un lead. Se supone que le va en el sueldo. Y la señora siempre podía actualizarse. Lo hacen los antivirus, podría hacerlo ella. Pero ¿pa qué?
El caso es que un día la profesora nos estaba adoctrinando con la habitual charla sobre la riqueza del multi-lingüismo. Que si a más lenguas más riqueza. Ya sabes el poderío del prefijo. Que si pluri; que si multi. Es cuando alzó los brazos clamando contra el genocidio lingüístico -te juro que lo dijo así- que estaba acaeciendo en Hispanoamérica. La señora andaba revuelta porque aseguraba que se estaban perdiendo las ¡¡lenguas indígenas!!. Mientras aún seguía con su alza de brazos urbi et orbi – al de letras le encanta la solemnidad religiosa-, yo hice de Pepito Grillo y le dije que me habían ofrecido apadrinar una niña boliviana, cuya lengua materna era el quechua, y que vivía en una casa sin electricidad, ni váter, ni calefacción, ni nada. Me parecía que una niña en esas condiciones tiene más posibilidades de buscarse la vida si aprende español -ojalá inglés- que si se acurruca en su dignísima pero inútil lengua.
Una compañera se alió con la profa y aseveró que, si te arrebatan tu lengua materna, es como si te cortasen un brazo. E hizo el gesto de aserrucharse el brazo. Carrac, carrac. Yo decía que es muy cómodo para el letrado aburrido occidental hacer esa suerte de exigencias cuando tiene nevera surtidita, aire acondicionado, agua bebible en el váter y climalit en la ventana.
Ahí sentí la conmiseración socialdemócrata. Esa miradita apenada que te echan como el Nazareno entre Dimas y Gestas. La conclusión suya era que no tener váter, ni nevera, ni electricidad es una mal minúsculo al lado de la magnificencia que otorga la lengua materna. Se lo creen. Te lo juro.
Hay librito muy interesante sobre la relación directa entre tener una lengua común y la riqueza de las naciones. “Language and economy” de Florian Coulmas. Pero un filólogo no se mancha con esas vulgaridades. Su reino no es de este mundo.
Un fuerte abrazo.”