Enlaces II 21.07.2011

Los raros - Philippe Gaubert en Radio Clásica.


En defensa del periodismo británico por Jordi Pérez Colomé.


Arcadi Espada sobre los sucesos de Casas Viejas.


Why Does Beauty Exist? By Jonah Lehrer. Vía intelib.


Merkel frente a Trichet por Pedro Schwartz. Vía intelib.


Es la insuficiencia de impuestos, estúpidos liberales por Ángel Martín. Vía intelib.


Ignoro cuánto hay de cierto en el juicio de Flores de Lemus acerca de las circunstancias de la época. Pero sí percibo una importante asimetría entre la gestión financiera que se considera deseable del Estado y la de los agentes privados. Pensemos en una familia de bajos ingresos que se dedica a llevar un ritmo de gastos por encima de lo que pueden financiar sus ingresos, viviendo por encima de sus posibilidades. A esta familia seguramente le recomendaríamos que restringiera sus gastos para ajustarlos a sus posibilidades. Sin embargo, con los Estados parece razonarse de la manera contraria: en lugar de restringir sus gastos, se les pide que aumenten sus ingresos para que puedan continuar con sus actividades de la misma manera que antes.

Los raros - José Vianna Da Motta en Radio Clásica.


La aventura del capitalismo por Domingo Soriano. Vía intelib.
El Premio Nobel norteamericano [Milton Friedman] aseguraba en Capitalismo y libertad que "uno de los mayores argumentos contra el mercado es que proporciona a los individuos lo que quieren y no lo que un determinado grupo piensa que deberían querer. Por debajo de la crítica de la libertad económica hay una crítica a la libertad misma".


El espantoso futuro del héroe por Javier Marías.
"No estamos en el salvaje Oeste", se oye o se lee a menudo. Y así es, por suerte. Pero tal vez ha llegado una época tan pusilánime que ni siquiera tolera ya bien las historias serias de otros tiempos, cuando los hombres eran menos respetuosos de la ley y menos obedientes y justos, pero también más complejos, más contradictorios y más profundos.


Grandes Criminales del siglo XX. Lenin por Mario Noya.
Era tan rápido y enérgico en tiempos de turbulencias porque, aquí el asceta rojo, no tenía escrúpulos, piedad, humanidad. Guillermo Cabrera Infante diría que fue uno de los avatares del Mal. En 1891, siendo un don nadie en la ciudad de Samara, se negó a participar en una campaña de ayuda a los hambrientos del lugar –que debieron de ser legión, si tenemos en cuenta que aquélla fue una de las peores hambrunas de la historia rusa (entre 400.000 y 500.000 muertos)– porque el hambre tenía "numerosas consecuencias positivas", según aleccionó a un amigo:
Al destruir la atrasada economía campesina, el hambre, explicaba, nos acerca objetivamente a nuestra meta final, el socialismo, etapa inmediatamente posterior al capitalismo. El hambre destruye no solamente la fe en el Zar, también en Dios.
(Stéphane Courtois -ed.-, El libro negro del comunismo, Espasa-Planeta, Barcelona, 1998, p. 146).

GRANDES CRIMINALES DEL SIGLO XX: Idi Amin Dada – Pol Pot – Kim Il Sung – Mengistu Haile Mariam – Sadam Husein.


Consumers Harmed by Free Trade? by Don Boudreaux.
As trade scholar Dan Griswold wrote in his book Mad About Trade, “If one of our children grows up to invent a way to move goods and bits of information even more rapidly around the world, we rightly call that ‘progress’; if another child grows up to become a populist politician who advocates raising trade barriers to slow the movement of those same goods and data across borders, we perversely call that ‘progressive.’”

Examinemos también la hipérbole “ataques a la deuda”. Un atacante es un violento y un depredador. Resulta que cuando un fondo de inversión compra una gran partida de deuda pública de un país decimos que invierte y, por el contrario, cuando realiza una venta masiva, en lugar de desinvertir, decimos que ataca al país. Imagine que usted ha logrado apartar unos ahorros y decide comprar bonos del Tesoro. Al cabo de un tiempo oye hablar de una posible quita de tales bonos, así que los vende para preservar sus ahorros. ¿Qué pensaría si le dijeran que ataca la deuda de ese país? Si las ventas masivas de deuda se llamasen “ventas de inversor que protege su ahorro” veríamos las cosas de modo distinto.

Contrabandistas y bautistas verdes por Bjorn Lomborg. Vía intelib.
Esa clase de comportamiento –en el que los activistas y las grandes empresas se unen para aplaudir algo que indica la necesidad de aumentar las subvenciones a la energía substitutiva– quedó expuesto en la célebre teoría denominada de “los contrabandistas y los bautistas” de la política.

Dicha teoría se debió a la experiencia de los Estados Unidos sureños, donde muchas jurisdicciones obligaban a las tiendas a cerrar los domingos, con lo que impedían la venta de alcohol. Esa reglamentación contaba con el apoyo de grupos religiosos por razones morales, pero también de contrabandistas, porque los domingos tenían el marcado para ellos solos. Los políticos adoptaban la retórica pía de los bautistas, mientras recibían a escondidas contribuciones de los delincuentes a sus campañas.
Naturalmente, los “contrabandistas” del cambio climático actuales no cometen ilegalidad alguna, pero con frecuencia se pasa por alto el interés de las empresas energéticas, los productores de biocombustibles, las compañías de seguros, los grupos de presión y otros en apoyo de las políticas “verdes”.

Entrevista a Nelson Molinet exprisionero político del Grupo de los 75 Nelson Molinet Espino 




Esto son ciudades por Cristian Campos. Aquí más.



Futurama por un tubo de Sergio L. Palacios.
Si alguna vez habéis bebido un refresco, batido o cualquier otro líquido con ayuda de una pajita (Supermán ya lo intentó una vez) os habréis dado cuenta de que lo único que estáis haciendo es producir una diferencia de presiones entre los dos extremos de la misma. Así, al succionar el aire por uno de los lados, la presión aquí disminuye con respecto a la del opuesto, siendo la propia presión en el líquido, asistida por la inestimable ayuda de la presión atmosférica, la que empuja la bebida hacia nuestra boca, donde es recibida con entusiasmo. Pues bien, este mismo fundamento que os acabo de describir es el que explica la forma de operar de un tubo neumático como el que se emplea en la serie de animación Futurama.

Al mismo tiempo, el país necesita mejorar notablemente su competitividad y eso solo puede hacerse a través de políticas que conduzcan a una mayor libertad económica. Como evidencia la mala posición de Portugal en las clasificaciones de los índices de libertad económica, hay gran margen de mejora en este sentido, pero apuntaría tres prioridades: 1) reducir las interferencias distorsionadoras del Gobierno en la actividad empresarial, 2) promover un mejor funcionamiento del sistema judicial y hacer que sea más confiable, y 3) aumentar la flexibilidad en el mercado laboral.

Los raros - Théodore Dubois en Radio Clásica.

Antes de que evolucionasen los cerebros basados en neuronas las células necesitaban algún tipo de mecanismo que les permitiese adaptarse a un entorno cambiante. Ese mecanismo era lo que podemos llamar un circuito biomolecular, esto es, una serie de interacciones moleculares que arrojaban un resultado u otro dependiendo de los estímulos exteriores, dándole a la célula un comportamiento “inteligente”. Si bien la hipótesis existía de que los sistemas biomoleculares realizaban computaciones in vivo del tipo de las que hacen las redes neuronales, e incluso existían propuestas teóricas de cómo podían sintetizarse sistemas análogos, no existía ninguna evidencia experimental. Ahora, un equipo de investigadores encabezado por Lulu Qian, del Instituto de Tecnología de California (Estados Unidos), presenta la primera red neuronal biomolecular, basada en ADN, que puede acceder a “recuerdos” a partir de patrones incompletos, exactamente como hace un cerebro. Los resultados se publican en Nature.

Arcadi Espada sobre Internet y los bárbaros.


Revival, mayo y junio de 2010

Vamos bien por Arcadi Espada.

Las estadísticas continuarán repitiendo que los niveles de felicidad humana no se mueven al compás del progreso. Cada tanto se publican esa líricas derramas que demuestran, ¡números en la mano!, que en el Medellín de Pablo Escobar los hombres no eran menos felices que en la Rue Jacob de París. Ah, ah. Esta frase de Marcus, en su Kluge, al hilo de los famosos experimentos de Festinger: «Hacemos cuanto está en nuestras manos para sentirnos felices y cómodos con el mundo, pero estamos más que dispuestos a mentirnos si la verdad no coopera.» Lo que realmente me impresiona de esas estadísticas es que las sociedades civilizadas aún conserven hombres felices. Habiendo dejado de creer en dios y habitantes de un mundo que cada día cuesta más dejar.

 Entrevista a David Chalmers.
En realidad, no me importa demasiado a qué se llama ciencia, a qué se llama filosofía, quién es llamado científico o quién filósofo. Tenemos más cuestiones empíricas sobre el trabajo experimental en este momento, pero también debemos hacer preguntas fundamentales, aunque sólo cuestiones fundamentales no es suficiente. Así que creo que necesitamos una combinación de trabajo experimental y de trabajo filosófico.


Una máquina de leer por Arcadi Espada.
Uno de los reproches más injustos que he leído sobre la máquina es su carácter elitista. Esto no se debe a su precio, menor que el de la mayoría de portátiles. Sólo se debe a su belleza. En España cualquier cosa bella y refinada es un símbolo de elitismo y pijería. El reproche pervierte la característica más importante del iPad: una máquina que puede usar cualquiera. 

Enlaces 21.07.2011

Cristian Campos sobre el metal y harcore.



Ernst Toch en Radio Clásica.



Los motivos de Adonis por Yoani Sánchez.

Fuerza y violencia por José María Ruiz Soroa.
Porque puede no ser violenta y, sin embargo, estar utilizando la fuerza (o a "las vías de hecho", como se dice gráficamente), y de esta manera estar siendo ilegal. Ocupar sin autorización espacios públicos, realizar colectivamente cencerradas o abucheos, o impedir en masa el cumplimiento de decretos judiciales legítimos es usar de la fuerza, por mucho que no sea violenta. Y conviene decirlo, porque la fuerza no es un argumento aceptable en democracia salvo cuando la utiliza la autoridad legítima.

La fuerza encarnada en la multitud tiene un atractivo poderoso. Hay en nuestra cultura una especie de atavismo genético que lleva a apreciar a una multitud como algo necesariamente bueno y justo, sobre todo cuando se trata de personas jóvenes y humildes. La reunión física en público de muchas personas suscita un sentimiento de comunión real de espíritus y cuerpos que subyuga tanto al participante como al observador. Probablemente, porque convierte una comunidad meramente imaginada (la sociedad) en un ente palpitante y real.

Por el contrario, la idea de que varios millones de personas han acudido un mismo día a realizar el repetitivo acto de votar de manera ordenada no despierta en nuestra mente sino una sensación de rutina aburrida. Mientras que ver y oler a 200.000 personas en las calles nos maravilla e ilusiona, porque nos parece que es el pueblo (nada menos que el pueblo) el que pasa en persona por la calle. Nuestra cultura política adolece de nostalgia de pueblo o, dicho de otra manera, de inmadurez democrática.

In memoriam: Antonio Torrón, guardia civil, el comandante Barangua y el coronel Martín-Posadillo.


El legado de Rupert Murdoch por Andrés Oppenheimer.

Estoy de acuerdo. Si los periódicos de Murdoch intervinieron teléfonos o sobornaron funcionarios, deberían ser castigados con las mismas leyes que criminalizan esas actividades cuando son realizadas por cualquier otro ciudadano. 

Me temo que la alternativa —crear comisiones especiales reguladoras de la prensa— puede o no funcionar en Inglaterra y en otros países con largas tradiciones democráticas, pero casi seguramente será utilizada en muchos otros en el resto del mundo para justificar mayores controles a la prensa. Seria un precedente peligroso, que produciría mucho daño.