Víctimas, 5 de julio: Domingo Merino Arévalo, Luis Miranda Blanco y Magín Fernández Ferrero

Libertad Digital.



A las once de la noche del 5 de julio de 1978 la banda terrorista ETA asesinaba a tiros al joven DOMINGO MERINO ARÉVALO bajo la acusación, una vez más, de ser confidente de la Policía. El asesinato se produjo cuando la víctima aparcaba su vehículo en el Hotel Duque de Zarauz donde llevaba viviendo tres meses. Los etarras estaban en el interior del aparcamiento del hotel y, cuando le vieron llegar, le dispararon a corta distancia provocándole la muerte en el acto. La víctima presentaba seis impactos de bala.
El vehículo utilizado por los terroristas, un Citroën GS, fue robado a punta de pistola hacia las siete de la tarde a su propietario, Ramiro Ramírez Pérez, en la entrada de Zarauz. Ramírez Pérez fue amordazado y abandonado en el Alto de Orio.
En un primer momento se pensó que el atentado era obra de miembros de la extrema derecha, porque según declaraciones de un íntimo amigo, Eugenio Treku, Domingo simpatizaba con la  izquierda proetarra. "Desconozco la identidad de los autores, pero estoy seguro de que son enemigos del País Vasco. Pensar en una represalia de ETA no cabe en mi cabeza. Txomin y yo teníamos unas ideas similares respecto al problema de Euskadi y luchábamos, como otros muchos, por salir adelante. Conocía muy bien a Txomin y estoy convencido de que no fue confidente de la Guardia Civil, como se ha dicho por ahí" (ABC 07/07/1978). Incluso se recibió una llamada en la revista Interviú en la que la Alianza Apostólica Anticomunista (Triple A) reivindicaba el asesinato y añadía, como coletilla, que "seguirían actuando". Por otra parte, Txomin Merino había sido detenido en el año 1973, y condenado a dos años de prisión por distribuir "propaganda subversiva" y tenencia de moneda falsa. Estuvo interno en las cárceles de Jaén, Madrid, Martutene y Logroño, donde cumplió un total de dieciocho meses de prisión.
Sin embargo, ETA reivindicó el atentado al día siguiente, argumentando que la víctima se encontraba íntimamente relacionada con la Guardia Civil y que tenían constancia del intento de Domingo de aproximarse "a los sectores revolucionarios de la izquierda abertzale" con el fin de pasar información a las fuerzas policiales. El extenso manifiesto acusatorio señalaba que, hacía poco tiempo, Domingo había usurpado la personalidad del etarra Txomin Iturbe para extorsionar a algunos empresarios y exigirles el pago de un impuesto revolucionario.
Los rumores sobre "la personalidad oscura" de Txomin Merino se dispararon en Zarauz, y se hizo alusión a su presencia cotidiana en establecimientos públicos, en los que "derrochaba fuertes sumas de dinero" a pesar de encontrarse sin trabajo fijo, dado que se dedicaba esporádicamente a la venta ambulante de tejidos, al tiempo que vivía en un hotel confortable no acorde con su poder adquisitivo.
Una hermana de Domingo declaró no tener ni idea de los motivos por los que fue asesinado. "Txomin nos mantenía al margen de todo lo que hacía. Por eso desconocíamos que hubiera recibido amenazas".
Las fuerzas de seguridad consideran que uno de los etarras que participó en el asesinato de Merino fue Pedro María Leguina Aurre, alias TxikiXepa y Kepatxu, extraditado por Francia en diciembre de 2001. Leguina Aurre está acusado de participar en más de veinte asesinatos entre los años 70 y 80.
Domingo Merino Arévalo, de 28 años, era natural de Ciudad Real, aunque vivía en el País Vasco desde los ocho años, cuando sus padres se trasladaron a la localidad guipuzcoana de Cestona. Tras su período de estancia en la cárcel, se fue a Francia, donde permaneció ocho meses. A la vuelta, se separó de su mujer y comenzó a trabajar en la venta de telas. Su mujer se trasladó a vivir a Logroño con la hija de ambos, de seis años.
El domingo 5 de julio de 1981, la banda terrorista ETA cometía dos asesinatos en menos de tres horas, uno en Guipúzcoa y otro en Vizcaya, acabando con la vida de un guardia civil y un teniente del Ejército.
A las 6:30 horas, miembros del grupo Donosti de ETA tiroteaban el vehículo oficial en el que viajaban el guardia civil de Tráfico LUIS MIRANDA BLANCO y su compañero José Paradero Garrote, cuando circulaban por la Nacional I Madrid-Irún a la altura de la localidad guipuzcoana de Lezo.
Los terroristas esperaban a los agentes parapetados tras un muro de unos dos metros de altura que se encuentra en el Alto de Gainchurisqueta. Cuando vieron aparecer el vehículo de la Guardia Civil de Tráfico, lo tirotearon y se dieron a la fuga, a pesar de que a pocos metros del automóvil de Tráfico circulaba otro vehículo de la Guardia Civil sin señales externas de identificación, precisamente como medida de protección frente a posibles atentados.
Los disparos alcanzaron de lleno al primer automóvil, hiriendo mortalmente al agente Luis Miranda, que fue trasladado en un coche particular al Hospital de la Cruz Roja de San Sebastián, donde ingresó cadáver. Poco más tarde llegó al mismo centro el guardia civil José Paradero, que también viajaba en el primer automóvil. Se le pronosticó herida por arma de fuego, con orificio de entrada y salida en hemitórax derecho, afectación de la pared costal, fractura abierta y pérdidas de sustancia ósea, muscular y cutánea en tercio medio de pierna derecha. El pronóstico de sus heridas fue calificado de grave, aunque evolucionó favorablemente en los días siguientes.
El arma utilizada por los agresores, según fuentes oficiales, fue un fusil Cetme, de uso reglamentario en el Ejército y en las Fuerzas de Seguridad, que podría haber sido robado en Orio. En el lugar del atentado se recogieron más de una docena de casquillos de bala del calibre 7,62. Los etarras emplearon para cometer el atentado un automóvil Talbot 150, que tres terroristas habían robado a punta de pistola a las cuatro de la madrugada en la discoteca Ku, situada en el monte Igueldo. Al propietario del coche robado y a sus acompañantes los dejaron atados a unos árboles.
Pocas horas después del ametrallamiento del vehículo de la Guardia Civil de Tráfico se trasladó desde Madrid a San Sebastián en helicóptero el general director de la Guardia Civil, Luis Aramburu Topete, que visitó la capilla ardiente y se interesó también por el estado de José Paradero, ingresado en el Hospital de la Cruz Roja.
Al día siguiente, lunes 6 de julio, en el Salón del Trono del Gobierno Civil de Guipúzcoa se celebró el funeral por el alma del Luis Miranda, al que asistieron autoridades provinciales y locales, representaciones militares y mandos de la zona de la Guardia Civil, así como los padres y la viuda de la víctima. El féretro fue sacado a hombros por compañeros del Cuerpo al término de la ceremonia e introducido en un furgón que lo trasladó hasta el aeropuerto de Fuenterrabía, mientras una compañía de la Guardia Civil le rendía honores. Desde el aeropuerto guipuzcoano, el cuerpo sin vida del agente fallecido fue conducido a bordo de un avión militar a Sevilla, adonde llegó a las cuatro de la tarde. Tras una emotiva ceremonia religiosa, el féretro fue cubierto con la bandera nacional y llevado a hombros por guardias civiles y policías nacionales hasta el lugar de su enterramiento.
La Audiencia Nacional condenó en 1985 al etarra Jesús María Zabarte Arregui a 29 años de reclusión mayor por el asesinato de Luis Miranda, y a otros 16 años de reclusión menor por el asesinato frustrado de José Paradero. En 1988 fue condenado a las mismas penas Ignacio Esteban Erro Zazu, así como lo fue en 1996 Luis María Lizarralde Izaguirre.
Luis Miranda Blanco, de 28 años, había nacido en Sevilla, estaba casado y tenía dos hijas, de cinco y tres años. Su esposa estaba embarazada del tercero.
Dos horas y media después del asesinato del guardia civil Luis Miranda, la banda terrorista ETA volvía a asesinar. Esta vez en Baracaldo (Vizcaya) al teniente del Ejército MAGÍN FERNÁNDEZ FERRERO. Eran aproximadamente las nueve de la mañana cuando varios terroristas tirotearon al militar en el momento en que acababa de abrir al público el establecimiento de venta de periódicos propiedad de su esposa, situado en el barrio de Zuazo de Baracaldo.
Minutos antes, varios terroristas habían robado un vehículo en el que se dirigieron al quiosco de prensa. La víctima, que estaba descargando los paquetes de periódicos en el interior del establecimiento, pudo ver en la puerta a los terroristas armados con metralletas. Magín Fernández trató de huir, pero los pistoleros de la banda le tirotearon por la espalda. Una vez en el suelo, lo remataron con un tiro en la cabeza. En el quiosco se recogieron catorce casquillos de bala.
A primeras horas de la tarde del domingo se instaló la capilla ardiente en el acuartelamiento de Garellano, en Bilbao. Al mismo llegaron a media tarde el ministro de Defensa, Alberto Oliart; el jefe del Estado Mayor del Ejército, teniente general Gabeiras Montero, y el capitán general de la VI Región Militar, Luis Polanco Mejorada, que asistieron junto a altos mandos militares y los familiares de la víctima a una misa celebrada por el capellán castrense, a la que no se permitió el acceso a los medios informativos.
Al día siguiente a las diez de la mañana se celebraba, también en Garellano, el funeral oficial de cuerpo presente, con asistencia del capitán general de la VI Región Militar, los gobernadores civil y militar de Vizcaya, el consejero de Interior del Gobierno vasco, Luís María de Retolaza, el presidente de la Diputación de Vizcaya, representantes de los partidos UCD, AP y PSOE y mandos militares. Su viuda permaneció durante todo el acto religioso de rodillas, sin poder contener el llanto. En la homilía, el capellán castrense, que calificó el atentado de "crimen alevoso", dijo que en el País Vasco "se vive una paradoja trágica porque un puñado de hombres, arrogándose el derecho divino a la vida, asesinan y matan. Pido a Dios", dijo, "que él perdone a los asesinos y consuele a los familiares de las víctimas". Finalizado el funeral una compañía con banda rindió honores al teniente Fernández Ferrero.
Las Fuerzas de Seguridad atribuyen al etarra José Antonio Borde Gaztelumendi, extraditado por México en 2002, su participación en el asesinato de Magín Fernández.
Magín Fernández Ferrero era de Villazala del Páramo (León). Tenía 44 años, estaba casado y era padre de dos hijos: una chica de 14 años y un niño de 4. Fue enterrado en Baracaldo, donde llevaba viviendo veinte años. Estaba destinado en la IV zona del IMEC.

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El LIBOR y el Escándalo de Barclays

por Xavier Sala i Martín.


El LIBOR y el Escándalo de Barclays
Para entender el escándalo de Barclays y el LIBOR, dejadme explicar unos conceptos previos. Primero, el LIBOR es un tipo de interés de referencia. Es decir, es un tipo de interés que muchos contratos toman como referencia a la hora de fijar unos pagos. Todos los que tengáis una hipoteca sabréis de qué estoy hablando: los tipos de la hipoteca (y por tanto vuestros pagos mensuales) seguramente están ligados al EURIBOR: cuando el EURIBOR sube, vuestra hipoteca sube y cuando el EURIBOR baja, vuestra hipoteca baja. El EURIBOR, pues, es el tipo de interés que vuestra hipoteca toma como referencia.
Aunque he puesto como ejemplo el mercado hipotecario, el LIBOR es el tipo que toman como referencia no solo los créditos hipotecarios sino también todo tipo de transacciones financieras (como contratos de futuros, swaps de tipos de interés, swaps de inflación, todo tipo de créditos sindicados, etc). Se calcula que en 2011, hubo unos 554 billones de dólares de transacciones ligadas al LIBOR.
Segundo, el LIBOR corresponde a las siglas London Inter Bank Offered Rate. London quiere decir que de Londres i IBOR quiere decir que es el tipo de interés que los bancos deben pagar cuando piden prestado a otros bancos (llamados bancos mayoristas). Por lo tanto, LIBOR es el tipo de interés que se les carga a los bancos de Londres en el mercado interbancario. El EURIBOR es el equivalente pero, en lugar de solo los bancos de Londres, los bancos de toda Europa.
Tercero, la palabra clave es Londres: son los tipos de interés que pagan los bancos de Londres. En Londres, lógicamente, hay muchos bancos. ¿De qué banco estamos hablando? Pues delPROMEDIO. Es decir, para calcular el LIBOR,  la Asociación Británica de la Banca (BBA) pide a una muestra de ocho bancos que envíen cada día, a las 11 de la mañana, el interés que le cargan a ellos los mercados financieros para pedir créditos (*). La BBA coge esos ocho números y hace una media. Bien, en realidad hace como en los concursos de patinaje artístico: hace la media después de eliminar los más altos y los más bajos. ESA MEDIA ES EL LIBOR.
Cuarto, uno de esos ocho bancos que cada día reportan el tipo de interés que le han cobrado en el interbancario era el Barclays.
Es decir, el LIBOR es la media de los tipos de interés que reportan un grupo de ocho bancos. Ocho es un número muy pequeño de bancos. Es tan pequeño que cada uno de ellos podría en principio manipular la media hacia arriba si reportara un número grande y la podría manipular hacia abajo si reportara un número pequeño (eso no pasaría si fuera la media de 200 bancos, por ejemplo). Y ahí es donde está la base del fraude: dado que el volumen de negocio ligado al LIBOR es tan grande, si uno de los ocho bancos reportara un número muy alto (o muy bajo) de modo que la media resultante fuera más alta (o baja), habría traders que ganarían mucho dinero. Imaginaos la cantidad de dinero que gana un banco si en lugar de tener un LIBOR DE 2.02 fuera de 2.03. Cada uno de los clientes pagaría una hipoteca unos euros más alta cada mes. Pero multiplicado por millones de clientes representaría millones de euros de beneficio para el banco. Lo mismo pasa con los traders que manejan swaps, futuros o créditos sindicados.
¿Y qué pasaría si esos traders no tuvieran escrúpulos y pudieran llamar a sus amigos de Barclays para que les hicieran el favor de reportar un número un poco más alto justo el día en que se calculan las hipotecas o justo el día que se ejecuta un contrato? Pues pasaría que uno podría ganar mucho dinero. De hecho, se calcula que si en lugar de tener un LIBOR de 2.02, fuera de 2.03 (una diferencia minúscula) algunos traders podrían ganar dos millones de euros en cuestión de minutos. Y claro, cuando hay tanto dinero de por medio siempre aparece el listillo de turno e intenta aprovecharse. Eso pasa en Londres, Barcelona, New York o Beijing. Y es que ya se sabe que los chorizos están uniformemente distribuidos por todo el planeta y esta vez los chorizos de Londres pensaron que si se hacían “amigos” con los trabajadores de Barclays que cada día enviaban sus datos a la BBA, podrían hacerse ricos. El día que los amigos podían ganar dinero con un LIBOR bajo, pues los trabajadores de Barclays hacían bajar la media reportando un número pequeño y el día que a los amigos les interesaba un LIBOR alto, reportaban un núero elevado. Parece que hasta 14 empleados de Barclays se dejaron sobornar para que sus “amigos” traders se hicieron de oro.
Pero hubo un pequeño problema: los encargos se hacían por email... y los entes supervisores norteamericanos, que fueron alertados por un artículo del Wall Street Journal en 2008, se apoderaron de los ordenadores y encontraron hasta 257 mensajes incriminatorios. Frases como: “colega a ver si me haces subir el tipo que la operación X está caliente”. Y la contesta: “hecho, me debes una de gorda!”. Y la contra-respuesta: “fantástico, la semana que viene vienes a casa y te compro una botella de Bollinger”. Y yo pienso: ¡qué rata es el tío! Le acaban de hacer un favor que le genera dos millones de libras y ¡solo le invita a una miserables botella de champán!
En cualquier caso, la “Comisión del Mercado de Futuros” norteamericana y el Departamento de Justicia también de los Estados Unidos, estrecharon el cerco hasta que han imputado a 14 empleados de Barclays. El presidente, Marcus Agius,y el director, Bob Diamond, no eran directamente responsables, pero el escándalo es tan mayúsculo que han tenido que dimitir. Las autoridades británicas han impuesto una pequeña multa de 60 millones de libras. Pero todavía falta la multa americana que será mucho más grande. Está por ver si Barclays, como banco, sobrevive al escándalo. Y vamos a ver si hay más bancos involucrados. Parece que hay sospechas enRoyal Bank of Scotland (que fue nacionalizado al empezar la crisis financiera, Citigroup oHSBC. Veremos como acaba.
Una nota final para tranquilidad de los lectores, decir que para la mayoría de vosotros y vuestras hipotecas, el tipo de referencia no es el LIBOR sino el EURIBOR. Y el EURIBOR no se calcula igual. El EURIBOR es la media de los bancos de la Eurozona y la muestra de bancos que se utiliza es mucho mayor (alrededor de 50. Los cuatro “bancos” españoles que reportan son el Santander, el BBVA, Caixabank y la CECA). Al ser la media de muchos más bancos, cada uno de ellos no puede manipular el número final tan fácilmente como con el LIBOR. 
(*) En realidad se les piden los intereses a diferentes horizontes, por ejemplo, se les pide que reporten el tipo a un dia, a una semana, a un mes y a un año y con ellos se construye el LIBOR a un día, el LIBOR a una semana, y un mes o un año.

Prefieren no mirar

por Arturo Pérez-Reverte.


Hieren su sensibilidad. O sea, molestan a los lectores. Los desconsiderados redactores que metieron en los periódicos de papel o digitales unas fotos de niños escabechados en la última matanza de la guerra civil siria, no tuvieron en cuenta que enseñar cadáveres es de mal gusto. Incurrieron en el voyeurismo sórdido. Y claro, numerosos ciudadanos irritados se han dirigido a los medios correspondientes, afeándoles la conducta. Niños degollados y sangre. Qué espanto. Qué inapropiado. Me han causado ustedes un problema de tipo emocional de aquí te espero. Hacen de la muerte un espectáculo, de la tragedia un morbo. Mostrar carnaza es propio de periódicos y revistas de baja categoría. Una falta de respeto para lectores y víctimas. Etcétera.

Tiene gracia. Aunque sea puñetera gracia. Esas quejas de lectores sensibles coinciden exactamente con lo que una individua sectaria, desabrida y biliosa, hoy ideóloga ética en la telebasura y entonces directora de Informativos de TVE, nos decía a principios de los 90 cuando mandábamos cada día carne fresca, recién descuartizada, desde los Balcanes. Los combates de Vukovar. Los degollados de Petrinja. Los morterazos del mercado de Sarajevo. La bomba de Dobrinja. El hospital Kosevo, con la gente llegando reventada por la metralla y la morgue llena hasta la puerta, donde el suelo rojo hacía chof, chof, cuando lo pisabas. Imágenes de la matanza cotidiana, grabadas, jugándose la vida bajo las mismas bombas que mataban a esa gente, por Márquez, por Miguel de la Fuente, por Paco Custodio. Por mis compañeros y amigos. Profesionales que estaban allí para mostrar lo que ocurría, la atrocidad y la barbarie; no para plantearse problemas éticos sobre la sensibilidad de los espectadores. Pero la jefa -tener esa jefa era una desgracia como otra cualquiera- se ponía como una fiera. No mandéis esas imágenes, que son muy fuertes. Malvados. Si grabáis mucho niño muerto, os los quitaremos de la crónica antes de emitirla en el telediario. Por suerte, entre ella y nosotros estaba Miguel Ángel Sacaluga, el subdirector, que metía lo que le enviábamos y nos cubría las espaldas -nunca se lo agradeceré lo suficiente- porque estaba tan cabreado como nosotros de tanto paño caliente, tanta diplomacia y tanta mierda: Javier Solana, el negociador simpático, morreándose con los verdugos y repitiendo, con mucho plural de por medio, que todo iba a solucionarse de un momento a otro. Así, día tras día, mes tras mes, año tras año. Y mientras la cobarde Europa por él representada miraba hacia otro lado, en Sarajevo faltaba tierra para enterrar a la gente, y hasta los campos de fútbol había que convertirlos en cementerios. Por eso me da tanta risa torcida cuando al correo del lector de tal o cual periódico acude la peña con quejas. Si aquella foto debió publicarse entera o cortada, en primera o en páginas interiores. Si a la niña de catorce años violada y degollada deberían haberle tapado ustedes la cara para cumplir con las leyes de protección a la tierna infancia. Si la imagen de esa mujer destripada no lleva pie de foto con crítica explícita a la violencia machista. Si difundir la imagen de treinta cuerpos amontonados junto a una pared acribillada de impactos de bala supone una falta de respeto al dolor de sus familias. Y es que no se han enterado de nada, rediós. Esos menguados olvidan que la función de las imágenes de guerra atroces es precisamente ésa. Sacudir, atormentar, herir la sensibilidad del lector, del espectador, lo más que se pueda. Decirle: mira, gilipollas, esto es real. Así muere la gente cuando la matan. Y para que te enteres: en Siria y en todas las Sirias repartidas por el puerco mundo, son precisamente los familiares de esas víctimas los que desean que se fotografíen y graben las matanzas. Son ellos quienes se juegan la piel para llevar a los periodistas hasta allí, y de ese modo hacer al mundo testigo de un horror que, de otra manera, quedaría oculto y con frecuencia impune. Dudo que ningún editorial de periódico, ninguna tertulia televisiva, logre hacer con sus argumentos que alguien odie tanto a los nazis como la brutal visión de las imágenes de Auschwitz o Dachau, a la hora de comer. Por ejemplo. Pero es que la cuestión real no es ésa. Lo que ocurre es que esta sociedad anestesiada, egoísta, que a pesar de la que está cayendo fuera y dentro sigue sin querer enterarse de en qué peligroso mundo vive, está empeñada en que nadie le altere el pulso. En que no la despierten de su imbécil sueño suicida. Lo que pide, o exige, es vivir cómodamente sentada en el sofá, zapeando entre anuncios con gente que baila y sonríe, Sálvame y el puto fútbol.    


Primero, los deberes nacionales

por Michele Boldrin.



Cuando, hace más de 20 años, empezó la aventura del euro, algunos pocos economistas discrepamos con aquella decisión. Argumentos económicos, antiguos y sencillos, mostraban que una política monetaria común requiere, antes de todo, una efectiva integración de las economías reales y unas políticas fiscales coordinadas. Debieron ponerse en pie antes y no después de la política monetaria común. La decisión de introducir el euro nos pareció, entonces, una huida hacia adelante debida a motivaciones exclusivamente políticas: diversas élites europeas veían la unificación alemana como un amenaza potencial, que, para ser neutralizada, necesitaba el sacrificio del todopoderoso Deutsche Mark en el altar de la unidad europea. Estas mismas élites deseaban que la estabilidad financiera alemana contagiara los demás países reduciendo el riesgo de inflación, y de devaluaciones, y, en consecuencia, los costes de financiación en los mercados internacionales. Mientras la primera motivación era central para Francia, la segunda importaba más a España y, especialmente, a Italia que, con una deuda pública que rozaba el 120% del PIB, ya afrontaba graves problemas para financiarla. Además, la adopción del euro preveía, a través de los fondos de cohesión, sustanciales transferencias de recursos desde los países del Norte de Europa a los del Sur e Irlanda.
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Potencia médica

por Dania Virgen García.



En Cuba no se dan cifras de la cantidad de personas que viven en la pobreza. Los medios oficialistas, especialmente la TV, se empeñan en negar que existan cubanos que viven en la penuria.

La propaganda oficialista se jacta a diario de que Cuba es una potencia médica. Una gran mentira, otra de tantas.

En los hospitales infantiles de La Habana, según información de los mismos médicos, los salones de operaciones solo funcionan para casos de urgencia.

Dejemos ya la historia de que a los médicos, enfermeros, técnicos de la salud, y directores, el salario no les alcanza. Es cierto, estoy de acuerdo, pero eso no justifica el mal trabajo y la desidia.

La medicina se ha convertido en un negocio, donde lo que menos importa es la ética o los sentimientos  humanos. Eso, en un país que dice ser socialista. En realidad, ya ni se sabe qué es.

Si vas a un hospital infantil o de adultos, con un problema médico X, para poder consultarte tienes que llevar tu javita de nylon cargada de comida o de regalos, pagar en CUC, o tener en dicho hospital un familiar o un buen amigo, que trabaje allí. Si no es así, la consulta se puede tardar cuatro o cinco horas, si es que te atienden, entra el que tiene.

En los hospitales cubanos impera el sálvese quien pueda.

Los turnos para una consulta médica pueden tardar de cuatro meses a un año. A veces un niño que tiene que ser operado, pasa más de un año esperando la operación. Conozco el caso de un niño que tiene que ser operado antes del año, y el turno que tiene es el 467.

Muchas veces te dicen que el quirófano se halla con baterías o que hay roturas. Pero todos los problemas se resuelven para la operación si vas con las manos llenas.

Si ingresas un familiar en un hospital, debes llevar de la casa,  sábanas, desinfectantes, comida, un ventilador y un cubo para cargar agua. Si no es así, pobre del paciente.

Los hospitales  compiten, en cuanto a malas condiciones, con las prisiones.

Cuando un medico receta algún medicamento, les recomiendo a los pacientes que verifiquen bien con varios médicos, porque casi siempre se equivocan. Pero la culpa nunca cae sobre ellos. Capaz que digan que el paciente les mintió y fingió el dolor.

Si llegas de urgencia a un hospital, siéntate a esperar. Cada vez son más las quejas que se escuchan acerca de operaciones equivocadas y de enfermos que mueren debido a errores médicos. Esa es la potencia médica.

En hospitales y policlínicos faltan médicos porque están para misiones en el exterior. Por viajar, pelean  entre ellos como fieras, se prostituyen, hasta acuden a los babalaos para que le hagan brujería al jefe o a la jefa…Todo con tal de ser seleccionados para alguna misión en países necesitados de Latinoamérica o África.

Cuando regresan, no te les acerques, ya tienen efectos electrodomésticos, un reconocimiento internacionalista, ropas y zapatos, a algunos les entregan un apartamento, y un salario mensual en CUC.  Te dicen que ya no son los médicos del consultorio, como cambian. ¡Pobre de ellos!

¡Qué potencia médica tan grande es Cuba!

Tengo una amiga que trabaja en un hospital, no diré su nombre, no vaya a ser que sea expulsada del trabajo, que refiere que para camilleros, enfermeros, técnicos, y médicos, el alcohol es el estimulante para poder pasar los turnos de 12 y 24 horas  en hospitales y policlínicos. En las consultas o la enfermería, su aliento huele a alcohol.

Refiere que en los hospitales al alcohol se le echa yodo, para que no se lo tomen, pero nada, el cubano siempre inventa: le echan dos aspirinas y se va el olor a yodo, y así se lo toman.

Dice ella que una noche un enfermero, que es homosexual, le dio un medicamento a un paciente que estaba ingresado para que se durmiera. Pero tuvo la desgracia de que se despertara por un cosquilleo que sintió y sorprendió al enfermero que le pasaba la lengua a su pene. El enfermo lo abofeteó. Se armó un gran escándalo. Fue expulsado el enfermero.

“Ya ni ingresado puedes estar, si no te mueres, te roban o te violan”, comenta mi amiga.
 
dania@cubadentro.com

La marihuana sale del armario


Poco a poco, la batalla por la legalización de las drogas va abriéndose camino y haciendo retroceder a quienes, contra la evidencia misma de los hechos, creen que la represión de la producción y el consumo es la mejor manera de combatir el uso de estupefacientes y las cataclísmicas consecuencias que tiene el narcotráfico en la vida de las naciones.
Hay que aplaudir la valerosa decisión del gobierno de Uruguay y de su presidente, José Mújica, de proponer al Parlamento una ley legalizando el cultivo y la venta de cannabis. De ser aprobada —lo que parece seguro pues el Frente Amplio tiene mayoría en ambas cámaras y, además, hay diputados y senadores de los partidos de oposición, Blanco y Colorado, que aprueban la medida—, ésta infligirá un duro revés a las mafias que, de un tiempo a esta parte, utilizan a ese país no sólo como mercado de la droga sino como una plataforma para exportarla a Europa y Asia. Esta ley forma parte de una serie de disposiciones encaminadas a combatir la “inseguridad ciudadana”, agravada de un tiempo a esta parte en Uruguay, al igual que en toda América Latina, por la criminalidad asociada al narcotráfico.
“Alguien tiene que ser el primero”, declaró el presidente Mújica aO’Globo, de Brasil. “Alguien tiene que empezar en América del Sur. Porque estamos perdiendo la batalla contra las drogas y el crimen en el continente”. Y el ministro de Defensa de Uruguay, Eleuterio Fernández Huidobro, señaló, como razón central de este paso audaz, que “la prohibición de ciertas drogas le está generando al país más problemas que la droga misma”. No se puede decir de manera más lúcida y concisa una verdad de la que tenemos pruebas todos los días, en el mundo entero, con las noticias de los asesinatos, secuestros, torturas, atentados terroristas, guerras gansteriles, que están sembrando de cadáveres inocentes las ciudades del mundo, y el deterioro sistemático de las instituciones democráticas de los países, cada día más numerosos, donde los poderosos cárteles de la droga corrompen funcionarios, jueces, policías, periodistas y a veces deciden los resultados de las justas electorales. La prohibición de la droga sólo ha servido para convertir al narcotráfico en un poder económico y criminal vertiginoso que ha multiplicado la inseguridad y la violencia y que podría muy pronto llenar el Tercer Mundo de narcoestados.
Según las primeras informaciones, este proyecto de ley pondrá en manos del Estado uruguayo el control de la calidad, cantidad y precio de la marihuana y los compradores deberán registrarse y tener cumplidos 18 años de edad. Cada comprador podrá adquirir un máximo de 40 porros al mes y los impuestos que graven la venta se emplearán en tratamientos de rehabilitación y de prevención y en la creación de un centro de control de calidad del producto. En un comentario a la iniciativa uruguaya que leo en Time Magazine, por lo demás muy favorable a la medida, se recuerda el mal administrador que suele ser el sector público, y con buen juicio se deplora que no se deje en libertad al sector privado de llevar a cabo esta tarea, eso sí, bajo una estricta regulación.

En ese mismo ensayo se examina lo ocurrido en Portugal, donde desde hace una decena de años se legalizó de manera parcial la marihuana sin que ello haya traído consigo el aumento del consumo de drogas más fuertes, que es lo que suelen alegar que ocurrirá los que se oponen de manera irreductible a la legalización de las llamadas drogas blandas.Time Magazine recuerda además que, según las últimas encuestas, un 50% de los ciudadanos de Estados Unidos se declaran a favor de la legalización del cannabis. Extraordinaria evolución cuando uno recuerda la tempestad de críticas, y hasta de injurias, que recibió hace algunas décadas Milton Friedman cuando defendió la legalización de las drogas y predijo el absoluto fracaso de la política de represión en las que los gobiernos de Estados Unidos han gastado ya muchos billones de dólares.
El Gobierno del Uruguay, al atreverse a legalizar la marihuana, hace suyos muchos de los argumentos y estudios que viene difundiendo la Comisión Latinoamericana de Drogas y Democracia, que encabezan los expresidentes Fernando Henrique Cardoso de Brasil, César Gaviria de Colombia y Ernesto Zedillo de México, y de la que yo mismo formo parte con otras 18 personas, de distintas profesiones y quehaceres, de la región. Recibida al principio con reticencias y preocupación, y a veces duras críticas, esta Comisión ha ido ganando audiencia y respetabilidad por la seriedad de sus trabajos, en los que han participado siempre especialistas destacados, por su espíritu dialogante y la clara vocación democrática que la inspira.
El problema de la droga ya no sólo concierne a la salud pública, al descarrío de tantos niños y jóvenes a que muchas veces conduce, y ni siquiera a los terribles índices del aumento de la criminalidad que provoca, sino a la misma supervivencia de la democracia. La política represiva no ha restringido el consumo en país alguno, pues en todos, desarrollados o subdesarrollados, ha seguido creciendo de manera paulatina, y sí ha tenido en cambio la perversa consecuencia de encarecer cada vez más los precios de las drogas. Esto ha transformado a los cárteles que controlan su producción y comercialización en verdaderos imperios económicos, armados hasta los dientes con las armas más modernas y mortíferas, con recursos que les permiten infiltrarse en todos los rodajes del Estado y una capacidad de intimidación y corrupción prácticamente ilimitada.
Lo ocurrido en México es sumamente instructivo. El presidente Calderón, consciente del enorme riesgo para el funcionamiento de las instituciones que representaba el narcotráfico, decidió combatirlo de manera frontal, incorporando al Ejército a esta lucha. Los 50.000 muertos que esta guerra lleva ya en su haber no parece haber hecho mayor mella en las actividades criminales de los mafiosos, ni haber disminuido para nada el consumo de drogas blandas o duras en la sociedad mexicana, y sí, en cambio, ha desatado una creciente desesperanza y decepción hacia el gobierno, al que se reprocha incluso, con dureza, “haber declarado una guerra que no se podía ganar”. ¡Fantástica conclusión! ¿Había, pues, que bajar los brazos, rendirse, mirar para otro lado, y dejar que los pistoleros y traficantes de la droga se fueran apoderando poco a poco de todas las instituciones de México, que pasaran a ser ellos los verdaderos gobernantes de ese país?
Evidentemente, ésa no podía ser la solución. ¿Cuál entonces? La que, con gran mérito, está emprendiendo el gobierno uruguayo. Cambiar de táctica, pues la puramente represiva no sirve y es contraproducente, ya que beneficia a la mafia, a la que enriquece y confiere más poder. En las actuales circunstancias, la primera prioridad no es poner fin a la producción y al consumo de drogas, sino acabar con la criminalidad que depende íntimamente de estas actividades. Y para ello no hay otro camino que la legalización.


Desde luego que legalizar las drogas implica riesgos. Deben ser tomados en cuenta y combatidos. Por ello, quienes defendemos la legalización siempre subrayamos que esta medida debe ir acompañada de un esfuerzo paralelo para informar, rehabilitar y prevenir el consumo de estupefacientes perjudiciales para la salud. Se ha hecho en el caso del tabaco y con bastante éxito, en el mundo entero. El consumo de cigarrillos ha disminuido y hoy día quedan pocos lugares donde los ciudadanos no sepan los riesgos a los que se exponen fumando. Si quieren correrlos, sabiendo muy bien lo que hacen, ¿no es su derecho hacerlo? Yo creo que sí y que no está entre las funciones del Estado impedir a un ciudadano que goza de sus facultades llenarse los pulmones de nicotina si le da su real gana.
Siempre he tenido una gran simpatía por el Uruguay, desde el año 1966, en que fui a Montevideo por primera vez y descubrí que América Latina no era sólo una tierra de gorilas y terroristas, de revolucionarios y fanáticos, de explotadores y explotados, que podía ser también tierra de tolerancia, coexistencia, democracia, cultura y libertad. Es verdad que Uruguay pasó a vivir luego la atroz experiencia de una dictadura militar. Pero la vieja tradición democrática le ha permitido recuperarse más pronto que otros países y hoy, quién lo hubiera dicho, bajo un gobierno de un Frente Amplio que parecía tan radical, y un presidente de 77 años que fue guerrillero, es otra vez un modelo de legalidad, libertad, progreso y creatividad, un ejemplo que los demás países latinoamericanos deberían seguir.