El PIB español desde 1850, por Kiko Llaneras

Politikon.


La semana pasada zerohedge publicó un gráfico sobre la crisis de España que corrió como la pólvora. El gráfico representaba las tasas de crecimiento de nuestro PIB desde 1850 y se resumía con un dato desolador: España vive su peor recesión desde la guerra civil.
El dato es cierto (y terrible), pero el gráfico es algo tramposo.
La gráfica mostraba la variación relativa del PIB y no su valor absoluto, lo que viene a ser contar la mitad de la historia —es como si os dijera que me han bajado el sueldo a la mitad, pero no aclaro si mi sueldo inicial eran mil o diez mil euros—. Representar una variación (una derivada) es útil para seguir los cambios a corto plazo de una variable, en este caso el PIB, pero no tanto para un análisis con perspectiva histórica.
Por eso he acompañado el gráfico original con un segundo gráfico, que muestra el PIB en términos absolutos, y que será por tanto un mejor reflejo de como ha evolucionado nuestra capacidad de producir riqueza en los últimos dos siglos.
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Nota. He representado los datos en PIB/capita. El PIB está expresado en términos reales (paridad de poder de compra y precios internacionales de 2000).
El segundo gráfico cuenta una historia distinta: España ha acumulado décadas de desarrollo apenas interrumpido, multiplicando su capacidad de producir riqueza y (con matices) nuestro bienestar material. Esa capacidad acumulada nos sirve de amortiguador frente a la crisis, porque sufrir una contracción del diez por ciento no tienen el mismo efecto sobre el bienestar en una economía de 20.000 dólares/capita que en una de 3.000 dólares/capita. Eso no evita que España enfrente la peor recesión desde la postguerra, y que nuestra economía vaya a retrotraerse cinco o diez años, quizás incluso más. Un retroceso que está teniendo consecuencias graves y que hay que combatir, pero sin olvidar que, aunque retrocediese al nivel de 2002, nuestro PIB será aún superior al que tuvimos en cualquier momento anterior de nuestra historia.
Pensaba en esto hace unos días, cuando el FMI dijo que España sufrirá una “década perdida”. Tengo la sensación de que todos estos malos presagios provocan una desesperanza peligrosa, comprensible, pero no del todo justificada. Pensad en Japón. El país nipón vivió una de estas “décadas perdidas” en los noventa —golpeado también por una burbuja inmobiliaria y una crisis bancaria—, pero sigue siendo el lugar del mundo con la mayor esperanza de vida. Además, Japón no solo se está reponiendo, sino que en su travesía por la recesión no ha dejado nunca de ser un país rico y un lugar próspero.
Los tiempos difíciles son motivo para trabajar duro, no para cruzarse de brazos.

Fueras de serie, de Malcolm Gladwell. 2008

El libro es interesante pero no me convence su tesis central, además de que no está defendida de manera adecuada. Sin embargo algunas de las ideas expuestas son muy interesantes y verdaderas. No lo incluyo entre mis libros favoritos, pero sí merece unos comentarios.

Aquí hay una entrevista con el autor hablando del libro. 

La tesis que defiende el libro es que los llamados fueras de serie*, Bill Gates por ejemplo, son debidos en mayor medida a las circunstancias que a la genética. Es otra opinión más al debate nurture versus nature. Pero creo que el razonamiento es errado por muchas razones. La primera, y más importante, es que la mayoría de los casos que se presentan son particulares, no hay estudios comparativos que recojan muchos casos, y tampoco hay pruebas de los muchísimos fracasos de otras personas que con unas condiciones similares no triunfaron. De hecho, si analizáramos la vida de cada una de las personas que han habitado la tierra, la mayoría nos parecerían fruto del azar, porque a cada uno de nosotros nos han pasado cosas que eran muy improbables que nos pasaran, ¡pero es que algo nos tenía que pasar! Cada hecho de la vida es único y excepcional. Pero no todos nos convertimos en fueras de serie, la mayoría destacamos lo justo o nada. Ni Bill Gates, ni Mozart fueron únicos en su preparación y su entorno, pero solo ellos han llegado a destacar de la manera que lo han hecho, por su genética, por lo que llevaban dentro. Como se dice en el libro: "Suerte es que te toque la lotería. A ellos (Joseph Flom y otros abogados) les dieron una oportunidad y la aprovecharon". 

Otro tema importante es que esos fueras de serie han desarrollado su carrera en un medio concreto con unas condiciones concretas, pero no sabemos como se hubieran comportado en otro medio y con otras condiciones.

Una vez acabado el libro tengo la duda de si hay sesgo en los datos mostrados. Mi respuesta es que sí, me parece que el autor en sus investigaciones se ha ido decantando por casos que defienden sus premisas iniciales.

No cabe duda de que las circunstancias importan, y que Bill Gates en el siglo XIX no hubiera podido desarrollar todo su potencial en la rama de la informática, aunque sí podría haber destacado de la misma manera en otro campo. Pero Bill Gates, por sus genes, en un entorno específico ha sido capaz de hacer lo que nadie ha hecho, crear una compañía que ha mejorado y facilitado la vida de cientos de millones de personas. Es decir, el genio se lleva dentro y no todos podemos serlo. En el mundo del deporte es clarísimo, hay muchos chicos que siguen los mismos entrenamientos, las mismas técnicas, la misma alimentación, y comparten muchas otras cosas, pero sólo unos pocos elegidos destacan y llegan a ser un deportista del nivel de Pau Gasol.

Estoy de acuerdo con que unas condiciones externas favorables hacen que haya personas que con las mismas capacidades que otras se desarrollen más, pero no más allá de sus propias capacidades. Por más que una persona entrene, no llegará nunca a jugar al fútbol como Messi ni a cantar como Frank Sinatra, ellos son unos fuera de serie por su talento. Aunque cuanto más trabajemos y practiquemos más cerca estaremos de nuestro techo, pero nunca podremos ir más allá. Es una pena.

Un ejemplo claro de que el entorno importa y que incluso las personas más dotadas genéticamente necesitan de un entorno favorable es el de los países divididos tras la Segunda Guerra Mundial, Alemania y Corea. Sólo hay que comprobar como están ahora Corea del Norte y Corea del Sur para ver que el entorno importa, y mucho.

El propio autor escribe: "Nuestros fueras de serie se caracterizan por haber disfrutado de oportunidades... y haber tenido la fuerza y el ánimo de aprovecharlas". La genética manda, lo primero es necesario, pero sin lo segundo no sirven para nada las oportunidades para llegar a ser un fuera de serie.

A pesar de todo lo anterior hay una serie de ideas muy interesantes en el libro. La más destacada es la regla de las 10 000 (diez mil) horas, que se comenta en el capítulo II. La tesis es que para destacar en una disciplina hacen falta al menos 10 000 horas de practica. Estoy de acuerdo con esto, aunque quizá no todas las personas necesiten las mismas hora, sí parece que aunque seas un genio necesitas muchas horas de dedicación para poder destacar y llegar a ser un fuera de serie, aunque, por el contrario, si no eres un genio, y aun dedicando 10 000 horas, no llegarás a destacar como lo han hecho Mozart o Bill Gates. Indro Montanelli ya lo escribió en relación a Dalí:
En torno, los cuadros de las paredes testimonian la verdad de cuanto está diciendo (Dalí): las formas gráficas del alto Renacimiento, imitadas con inigualable perfección, documentan las monedas negras de sudor de este frenético trabajador que dedica dos horas diarias a exhibir su locura, pero que se pasa más de catorce ante el caballete, persiguiendo con implacable tenacidad escorzos de perspectiva, efectos de luz, armonías arquitectónicas, y, en suma, todo lo que el oficio puede procurar a la fantasía inventiva. Toda la grandeza de Dalí radica en esa industria artesana, casi académica, que nada tiene de la genial locura que se le atribuye, o por lo menos la sostiene con tan sólidos puntales que hace aceptar su engaño.
Estoy también de acuerdo con la idea de que la educación debe durar más, y las vacaciones de verano deberían de reducirse drásticamente. Es importante para los niños tener tiempo de jugar, disfrutar, y relacionarse con otros niños, pero una mayor disciplina en el estudio y una reducción del tiempo libre en vacaciones haría que mejorasen sustancialmente sus resultados académicos.

Mi pensamiento es que las condiciones externas importan, son necesarias para que surjan los fueras de serie, pero no son suficientes, Hace falta que esas condiciones afecten a personas genéticamente dotadas. No cualquiera destaca en todas las condiciones.

El autor escribe sobre lo desagradable que es comprobar de donde venimos: "William Ford puso sus lascivos ojos en la bisabuela de mi bisabuela en un mercado de esclavos de Alligator Pond, y la compró".

Para los que piensen que el mundo no ha mejorado, como sí pensamos Matt Ridley y un servidor, lean uno de los castigos a esclavos por intentar escaparse (p. 288): "Los fugitivos atrapados sufrían una cruel paliza, y a continuación se les frotaban las heridas abiertas con salmuera, zumo de lima y especias picantes. Otro esclavo defecaba en la boca del desdichado o desdichada, al que inmediatamente después se amordazaba por un tiempo entre cuatro y cinco horas".

*«Outlier» es un término científico para designar objetos y fenómenos que están por fuera de la experiencia ordinaria. En el verano, en París, esperamos que la mayoría de los días sean entre cálidos y muy calurosos. Pero imagine que hubiera un día en pleno mes de agosto en el que la temperatura bajara a menos de 0 °C. Ese día sería un «outlier», un fuera de serie. Y mientras que tenemos una buena idea de por qué los días de verano en París son cálidos o calurosos, sabemos mucho menos acerca de por qué un día de verano en París puede tener un clima helado. En este libro, me interesan las personas que son fueras de serie; aquellos hombres y mujeres que, por una u otra razón, son tan exitosos, tan extraordinarios y tan fuera de serie que son tan enigmáticos para nosotros como puede serlo un día gélido en pleno mes de agosto.

Infinity Tower. Torre de oficinas con certificación LEED Gold

Ecoarchs.

(Fuente: www.plataformaarquitectura.cl)

La internacional firma de arquitectura Kohn Pedersen Fox Associates (KPF) se complace en anunciar la finalización de Infinity Tower. Situado en el nuevo distrito financiero de São Paulo, a unos pasos de Faria Lima, este singular edificio de nueva generación establece un nuevo estándar para la Clase-A en el mercado de Brasil y ya ha atraído la atención de clase mundial.

Anunciado como un “icono arquitectónico” por la comunidad sudamericana de bienes raíces, la torre se eleva elegantemente unos 120 metros por encima de su entorno para establecer una identidad única en el horizonte de São Paulo. La dinámica masificación del edificio, náutico en la naturaleza, es una reminiscencia de una goleta marchando a toda vela.

“El concepto de la nave metafórica reclamando su puesto de atraque en las costas de Faria Lima es una imagen clara y de gran alcance en el denso contexto urbano de São Paulo”, según William Louie, quien dirigió el diseño del proyecto.



© Leonardo Finotti

© Leonardo Finotti

El edificio ‘velas’ con gracia envuelve cada nivel con dos curvas arrebatadoras de un muro cortina de cristal, resaltado por las aletas exteriores, “brise soleil”, para el control de la luz solar y el deslumbramiento. La curvatura de la fachada mejora el ambiente de trabajo y ofrece amplias vistas panorámicas de la ciudad, mientras que cada nivel se incrementa en tamaño cuando la torre se eleva a maximizar los ingresos arrendando los niveles superiores. Los balcones privados se extienden desde los extremos de ambas curvas y ofrecen unas vistas espectaculares de la Avenida Paulista, en el norte y Faria Lima hacia el sur.

© Leonardo Finotti

En su base, el edificio se conecta con su contexto urbano a través de una experiencia de acceso interior-exterior que aprovecha el clima templado de São Paulo y ofrece una transición tranquila desde la sexta ciudad más poblada del mundo. Un tapiz sutil de espejos de agua, senderos sombreados, zonas ajardinadas y un pabellón cubierto, es la guía hacia el lobby principal del edificio, que está rodeado por el agua y se accede a través de dos puentes. El vestíbulo está elegantemente definido por un alto muro de vidrio curvado y una paleta de materiales cuidadosamente seleccionados, entre ellos granitos brasileños y madera Cumarú.

© Leonardo Finotti

La belleza del edificio se corresponde con su funcionalidad de clase mundial. A diferencia de muchos de sus vecinos, la torre de 18 pisos alcanza la superficie máxima que se permite en São Paulo, al tiempo que proporciona flexibilidad y eficiencia para una variedad de tipos de arrendatarios. Con piso a techo de tres metros de altura y vidrio de alto rendimiento que maximizan el acceso de la luz natural y las vistas, la tecnología de estado, una identidad histórica, una experiencia distinta de entrada, y la calidad de detalle y acabado a todas las escalas, Infinity Tower establece un nuevo punto de referencia para el mercado brasileño con las normas internacionales de construcción igualando o excediendo las de otras ciudades del mundo, como Nueva York, Londres y Hong Kong.
© Leonardo Finotti

La torre se arrendó mayoritariamente por las empresas Goldman Sachs y Credit Suisse mucho antes de la finalización de la construcción, y desde entonces ha atraído a una lista adicional de inquilinos como Bloomberg, Facebook y Louis Vuitton. Desarrollado por Yuny Incorporadora / GTIS Partners y diseñada por KPF, la torre con certificación LEED Gold se suma a las Torres Ventura diseñadas también por KPF en Río de Janeiro en una cartera exclusiva de espacio de la oficina de América del Sur más rentable y deseable.

El Director General KPF, Lloyd Sigal, añade: “Una cosa es el diseño de un gran edificio. Otra cosa es construirlo. Nuestro cliente entiende que la calidad de la ejecución fue vital para el éxito del edificio y que define un nuevo estándar de excelencia en el mercado brasileño “.

Colaborando con Aflalo y Gasperini, los contratistas brasileños y un equipo de consultores expertos, KPF empleó un proceso riguroso de diseño y administración de la construcción, casándose con innovación en cuanto al control de calidad, para garantizar que el diseño fuese resuelto por completo.

Infinity Tower es el último de una larga serie de exitosos edificios diseñados por KPF que han elevado el listón en sus respectivos mercados, incluyendo, más recientemente, el Centro Internacional de Comercio y Hysan Place en Hong Kong, Heron Tower en Londres, y la Torre FIRST en París.


Greg Dubuque

American Gallery.




























Víctimas, 19 de octubre: Enrique Nieto Viyella y Dionisio Herrero Albiñana

Libertad Digital.

El martes 19 de octubre de 1993, a las 8:30 de la mañana, tres miembros de la banda terrorista ETA asesinaban en Madrid al general de División del Ejército del Aire DIONISIO HERRERO ALBIÑANA y herían de gravedad al soldado Alberto Pasamontes Navarro, que actuaba como chófer del general. Los asesinos esperaron a que Dionisio Herrero saliera de su vivienda, en el número 101 de la calle Hermosilla, para montar en el vehículo oficial que habría de llevarle a su trabajo. Antes de que llegara a subir al coche, a escasos metros del portal de su casa, dos de los tres terroristas lo acribillaron a tiros.
Como cada día, el general Dionisio Herrero salió de su casa para dirigirse a su trabajo como director de Sanidad del Mando de Personal del Ejército del Aire. Vestido de paisano, había recorrido poco más de quince metros desde que salió del portal y estaba cruzando la calle de Alcántara cuando dos terroristas efectuaron varios disparos contra él, mientras un tercero los cubría desde cierta distancia. El general se dirigía al vehículo oficial, un Volkswagen Santana granate blindado, conducido por el soldado Alberto Pasamontes, de 23 años, y al que le faltaban dos semanas para licenciarse. A unos cinco metros del Santana, el cuerpo del general quedaba tendido en el suelo con media docena de impactos de bala, instantes antes de que uno de los tres asesinos se acercara para rematarlo con un séptimo tiro. En ese momento el soldado conductor, al darse cuenta de lo que estaba sucediendo, salió de su vehículo e intentó hacer frente a los terroristas con su arma reglamentaria, pero fue alcanzado por un disparo en el abdomen y se vio obligado a refugiarse en el coche blindado. Una vez dentro, uno de los terroristas se acercó y realizó hastacinco disparos contra el parabrisas, a la altura de la cabeza de Alberto Pasamontes, con la intención de asesinarlo, pero el blindaje evitó que las balas lo alcanzaran. Tanto el general como el soldado fueron trasladados al Hospital Gregorio Marañón, pero el primero ingresó ya cadáver, sin que se pudiera hacer nada por salvar su vida. Presentaba "múltiples heridas en tórax, abdomen y miembros inferiores", según el certificado de defunción. El soldado Pasamontes, según el parte médico, ingresó "consciente y orientado y hemodinámicamente estable, presentando herida por arma de fuego" con orificio de entrada en el abdomen. El pronóstico fue muy grave y tardaría más de cien días en recuperarse del disparo, que le perforó el intestino delgado, el duodeno, el colon y el hígado.
Al oír los disparos, la esposa del general Herrero, Isabel Moya López, se asomó a una ventana y gritó a un niño que estaba en la calle: "¿qué pasa? ¿qué pasa?", a lo que éste le respondió "han asesinado a un hombre". Isabel, entre sollozos, volvió al interior de la casa, hasta que unos agentes del Cuerpo Nacional de Policía llamaron a su puerta para comunicarle la noticia.
Según testigos presenciales, los terroristas eran jóvenes, de edades comprendidas entre los veinte y los treinta años y vestían pantalones vaqueros y chubasqueros o anoraks verdes y azules, respectivamente. En el momento de la agresión no iban encapuchados, pero nada más efectuar los disparos contra los militares y comenzar su huida se taparon la cabeza con sus respectivas capuchas. En la descripción que hicieron los testigos se mencionaba que tenían alturas de 1,65 y 1,70 metros y que habían utilizado pistolas en el atentado, si bien uno de ellos hizo fuego con "una especie de metralleta o subfusil". Otro de los testigos, el dueño de un quiosco cercano, que estaba desayunando en un bar de la calle Hermosilla, explicó que había visto "a dos hombres disparando con saña, a quemarropa, y luego lo remataron en el suelo". En el lugar del atentado se recogieron catorce casquillos SBP del calibre 9 milímetros parabellum, así como dos anoraks.
Después de atentar contra el general y su chófer, los tres asesinos se dirigieron por la calle de Alcántara hacia la de las Naciones, hasta llegar donde habían aparcado previamente un Opel Corsa de color gris metalizado. Tras montar en el vehículo continuaron su huida por la calle de Ayala y después por la de Príncipe de Vergara, hasta alcanzar la plaza del Marqués de Salamanca. Allí abandonaron el coche, frente a la sede del Instituto Nacional de Industria. Antes de dejar el vehículo, los terroristas habían activado un temporizador, con el fin de que una bomba, compuesta por unos cuatro kilos de amosal, hiciera explosión minutos después. A las nueve de la mañana el coche explotaba, provocando daños materiales en otros vehículos de las inmediaciones y borrando así huellas y otros posibles rastros. José Antonio Hidalgo Almagro, un transeúnte que pasaba por el lugar, sufrió un choque emocional. La zona era frecuentada habitualmente por numerosos niños, debido a que en las inmediaciones se encontraban varios colegios. El Opel Corsa había sido robado trece días antes del atentado, en la calle Doctor García Tapia del barrio de Moratalaz. Los terroristas le habían colocado una matrícula falsa, perteneciente a otro coche, de marca y modelo diferentes.
Desde el primer momento las Fuerzas de Seguridad consideraron que el hecho de que el coche hubiera sido robado varios días antes podría significar que ETA contaba con una cierta infraestructura en Madrid, con pisos y garajes. El habitual grupo de ETA que operaba en Madrid en esas fechas estaba compuesto por José Javier Arizkuren, Jesús García Corporales y Marisol Iparraguirre, pero desde fuentes policiales se indicó que posiblemente estuvieran ante un grupo formado por distintos miembros. Gracias a las descripciones de los testigos oculares, la Policía identificó a Juan Luis Aguirre Lete como uno de los tres terroristas que cometieron el atentado y se organizó un dispositivo para tratar de encontrarlo en los días siguientes al asesinato del general Herrero. En él participaron unos trescientos agentes, de los que más de cien fueron trasladados desde otras provincias de España para colaborar en la búsqueda.
El atentado contra Dionisio Herrero se produjo mientras, según fuentes de la lucha antiterrorista,intermediarios nombrados por el Ministerio del Interior mantenían contactos con cabecillas etarras, tratando de iniciar una nueva negociación. Desde medios de comunicación franceses se citaba a Jacinto Ángel Guerrero Lucas, asesor en materia antiterrorista de Rafael Vera, como uno de esos interlocutores del Ministerio, mientras que el terrorista José Luis Arrieta Zubimendi, aliasAzcoiti, sería el representante de ETA en las conversaciones. El acercamiento habría tenido lugar por encargo de la Secretaría de Estado para la Seguridad, con el objetivo de conseguir que la banda terrorista ETA decretase una tregua. (ABC, 20/10/1993)
Además, el mismo día del atentado altos mandos de la lucha antiterrorista de España y Francia se reunieron en París para tratar una serie de temas. Entre ellos estuvo el reciente fracaso de la operación llevaba a cabo contra el "aparato de mugas" de ETA, en la que logró escapar Juan Miguel Michelena Berasarte, responsable de dicho entramado. Michelena estaba sometido a un intenso seguimiento desde meses antes, por lo que las investigaciones se centraron en averiguar el origen de las filtraciones que permitieron su escapatoria. El soplo fue dado por un informante que dijo ser miembro de la Policía francesa, a través de una llamada al diario EginDesde medios franceses se sugirió que las filtraciones podrían ser una muestra de buena voluntad hacia ETA por parte del Gobierno español, de cara a las posibles negociaciones que en ese momento estaban iniciándose desde el Ministerio del Interior, mientras que fuentes policiales españolas señalaban a Roger Boslé, al mando de la operación por parte gala, como el responsable del fracaso debido a errores en la planificación.
La capilla ardiente con los restos mortales del general se instaló el mismo día 19 de octubre en el cuartel general del Ejército del Aire. Asistieron, entre otros, el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el teniente general José Rodrigo, y el jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, el teniente general Ramón Fernández Sequeiros. Hora y media después, a las 20:00, se celebró una misa por su alma. Al día siguiente, a las 9:30 de la mañana, tenía lugar en la explanada de entrada al Cuartel General del Ejército el funeral oficial, de cuerpo presente, presidido por los ministros de Defensa e Interior, Julián García Vargas y José Luis Corcuera. El vicario general castrense, José Manuel Estepa, fue el encargado de oficiar el acto y señaló que el general Dionisio Herrero "dedicó, todas sus energías a la lucha contra la enfermedad y la muerte" y rechazó la venganza, "porque aumenta el mal y no lo cura". No obstante, agregó que la serenidad no significa resignación, "ni renuncia a que se ejerza la justicia". El momento más emotivo tuvo lugar cuando las tropas que formaban en la Plaza de la Moncloa rindieron honores al general asesinado, a quien el ministro de Defensa, Julián García Vargas, impuso la Gran Cruz al Mérito Aeronáutico con distintivo blanco, a título póstumo. El jefe del Estado Mayor del Aire, el teniente general Ramón Fernández Sequeiros, hizo entrega a la viuda del general Herrero de la bandera nacional que cubría el féretro. Los actos fúnebres fueron abiertos al público y acudieron unas quinientas personas. El féretro con el cuerpo de Dionisio Herrero fue escoltado por ocho miembros de la Policía Aérea, mientras militares de la Agrupación de Tropas del Cuartel General se mantenían en formación en la plaza.
Entre los asistentes destacó la presencia de Mario Onaindia, ante la sorpresa del resto de los que habían acudido. El exmiembro de ETA y entonces senador socialista explicó su presencia diciendo que "estamos aquí como demócratas vascos, para demostrar que nos duele tanto la muerte de un civil como la de un militar, que repudiamos igual un atentado en Euskadi que en Madrid". También estuvieron presentes, además de los citados ministros de Defensa e Interior, el secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos; el presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina; el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano; el fiscal general del Estado, Eligio Hernández, así como miembros de la Junta de Jefes de Estado Mayor del Ejército, entre otras personalidades.La nota bochornosa la protagonizó José María Ruiz Mateos, que rompió el respetuoso silencio de los asistentes al grito de "¡Felipe ríndete!". A las once de la mañana, en una ceremonia íntima a la que solamente asistieron familiares y allegados del finado, tuvo lugar el entierro en el cementerio de La Almudena.
En un acto público previo a la inauguración del Palacio Municipal de Congresos de Madrid, el Rey condenó el atentado y manifestó su tristeza "por las cobardes acciones terroristas". El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, calificó a los asesinos como "malnacidos" y "los malditos tíos de ETA", mientras que el ministro de Defensa, Julián García Vargas, no quiso referirse a los terroristas para no hacerles publicidad. Con la excepción habitual de Herri Batasuna, todos los partidos condenaron el atentado. El PNV convocó a los ciudadanos para que acudieran a las concentraciones de repulsa y emitió un comunicado en el que manifestaba que el asesinato del general Dionisio Herrero evidenciaba "una vez más" la sinrazón de los terroristas. La Coordinadora Gesto por la Paz convocó ciento cuarenta y cinco concentraciones silenciosas y manifestó que ETA había acabado con una vida "en su locura asesina y con su pretendida lucha de liberación". De forma similar, Eusko Alkartasuna acusaba a Herri Batasuna de complicidad con los asesinos y expresaba, a través de su secretario general, Ignacio Oliveri, "vergüenza" por el atentado contra el general Herrero. Desde Unidad Alavesa manifestaron su "pesar por las pérdidas irreparables, vergüenza por lo que nos salpica a todos este tipo de noticias y de actuaciones e indignación porel silencio cobarde de unos y la actitud inhumana de otros". El responsable de Organización de Izquierda Unida, Mariano Santiso, utilizó palabras como "repugnancia, amargura y rabia contenida"para referirse al asesinato de Dionisio Herrero. Mientras tanto, Herri Batasuna, sin condenar el atentado, tachó sus consecuencias como "lamentables", matizando que "lo más lamentable y lo auténticamente denunciable" era la actitud del PSOE y el PNV, partidos a los que culpaba de impedir la paz. El brazo político de ETA calificó el asesinato de "toque de atención" para los que mantienen "la apuesta permanente por dar un final policial" al problema de la violencia. Narcís Serra, vicepresidente del Gobierno, respondió con evasivas a las preguntas que le formularon en torno a la posible negociación con ETA, diciendo que "no es que afirme que ni negociamos ni negociaremos, es que creo que hablando de eso se está haciendo el juego a quienes matan y apoyan la violencia".
En abril de 2003, la Audiencia Nacional condenó a Juan Luis Aguirre Lete, alias Isuntza, a 66 años y medio de prisión por los delitos de atentado terrorista, asesinato en grado de tentativa, robo de vehículo a motor, falsificación y tenencia de explosivos, considerándolo autor material del asesinato del general Herrero. El asesino fue detenido en noviembre de 1996 por la Policía francesa, en un peaje situado en las afueras de Bayona, en el País Vasco francés. En el año 2000 el Tribunal Correccional de París lo condenó a una pena de 10 años de cárcel por asociación con fines terroristas y en agosto de 2002 fue entregado temporalmente a España para que fuera juzgado por diversas causas, entre las que estaba el asesinato de Dionisio Herrero. En marzo de 2003 las autoridades españolas devolvieron a Aguirre Lete a Francia para que siguiera cumpliendo su condena en el país vecino y, en junio de 2004, fue definitivamente extraditado desde Francia a España. Durante el juicio por el asesinato del general, la principal prueba contra Aguirre Lete fue la presencia de huellas dactilares del terrorista en las placas de matrícula del coche empleado por los asesinos. La defensa de Aguirre Lete presentó un recurso argumentando que en base a eso no podía considerársele autor material del atentado, sino simplemente cómplice del mismo. En 2005 el Tribunal Supremo estimó parcialmente el recurso, sentenciando que "no era posible saber, por el contrario, si participó en la ejecución del atentado", por lo que el etarra vio rebajada su pena en 20 años.
Una de las pistolas utilizadas para asesinar a Dionisio Herrero fue empleada posteriormente, en 1996, para matar al expresidente del Tribunal Constitucional Francisco Tomás y Valiente. En esta ocasión el etarra responsable del asesinato fue Jon Bienzobas Arretxe, alias Karaka, por lo que en algunos medios apareció publicado que este había sido otro de los autores del atentado contra el general Herrero (ABC, 25/03/1998), afirmándose también que una huella lo vinculaba directamente con el crimen (ABC, 02/10/1999). Con otra de las pistolas con la que asesinaron al general, los etarras acabaron años después con la vida del también general Juan José Hernández Rovira, en junio de 1994 y con la del teniente coronel Jesús Cuesta Abril, en enero de 1997.
Dionisio Herrero Albiñana, de 63 años y a solo dos meses de retirarse, estaba casado desde hacía catorce años con Isabel Moya López y no tenía hijos. Isabel trabajaba en la Dirección Provincial de Educación y en más de una ocasión había expresado ante sus compañeros su temor a que asesinaran a su esposo. Dionisio sabía que podía ser objetivo de los terroristas y revisaba cuidadosamente el portal cada día, aunque nunca había recibido amenazas. No llevaba escolta y su única protección era el vehículo blindado en el que diariamente le recogía su chófer. Una hermana del general, Elvira Herrero, también manifestó tras el asesinato que en la familia siempre se había temido que Dionisio fuera víctima de un atentado. Dionisio Herrero Albiñana había nacido en Segovia y llevaba catorce años viviendo en su piso de la calle Hermosilla, frente al que fue asesinado. Era aficionado a la música clásica y a los viajes y sus vecinos decían de él que era "muy buena persona". Una vecina manifestó, tras su muerte que "ya sé que es lo que se dice siempre, pero es la verdad, era un santo [...] una persona maravillosa, un santo que no se metía con nadie".
Dionisio había trabajado como internista en el ambulatorio del barrio de La Elipa. También había sido director del Hospital del Aire entre 1989 y 1991 y, posteriormente, subdirector de Asistencia Sanitaria de la Dirección de Sanidad del Mando de Personal del Ejército del Aire. En el momento de su asesinato era director de este mismo organismo. En 1989 le había sido otorgada la Gran Cruz dela Real y Militar Orden de San Hermenegildo y en abril de 1992 fue ascendido del puesto de General de Brigada de Sanidad al de General de División de Sanidad. Tras su muerte le fue concedida la Gran Cruz al Mérito Aeronáutico con distintivo blanco, a título póstumo. En 2005, con carácter honorífico y también a título póstumo, según Real Decreto 319/2005, "con el deseo de honrar la memoria de los militares y guardias civiles que fueron asesinados en atentado terrorista, a propuesta del Ministro de Defensa y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día 18 de marzo de 2005", Dionisio Herrero Albiñana era ascendido al puesto de Teniente General.
El jueves 19 de octubre de 1995, alrededor de las 22:45 horas, fallecía el inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía ENRIQUE NIETO VIYELLA, tras una agonía de más de cuatro meses en estado de coma profundo. El inspector jefe Enrique Nieto estaba ingresado en el Hospital de Nuestra Señora de Aránzazu de San Sebastián desde el 8 de junio de 1995, fecha en que un miembro de la banda terrorista ETA le descerrajó a bocajarro un tiro en la nuca en plena calle. Enrique siguió ingresado en dicho hospital hasta el momento de su fallecimiento.
Enrique Nieto era inspector jefe de la Policía Judicial en Guipúzcoa, así como responsable de la Unidad Territorial Antiterrorista (UTA) en dicha provincia. La Unidad Territorial Antiterrorista era una unidad puesta en marcha tres meses antes del atentado contra Enrique Nieto, en el marco de la reestructuración de los servicios policiales llevada a cabo por el ministro Juan Alberto Belloch.
El día 8 de junio de 1995, poco antes de las nueve de la mañana, Enrique salió de su casa, situada en la avenida de Sancho el Sabio, en el barrio de Amara de San Sebastián. Se dirigía, como cada día, a su puesto en la Comisaría del Gobierno Civil, a menos de quinientos metros de su domicilio, cuando fue abordado por un terrorista que le disparó un único tiro en la nuca cuando apenas había recorrido unos pocos pasos desde que saliera del portal. El pistolero emprendió entonces la huida caminando en dirección al Parque Amara, hacia el río Urumea, llevando la pistola todavía en la mano durante algunos metros. Según las primeras declaraciones de los testigos oculares otro terrorista le habría estado esperando en un Citroën Visa, en el paseo de Vizcaya, a la altura de la plaza de Álava, para ayudarle durante la fuga. La bala que atravesó la cabeza del inspector jefe rebotó en un lateral del portal de su vivienda, siendo encontrada finalmente en la carretera. También se recogió un casquillo del calibre 9 milímetros parabellum, marca SF. Los exámenes periciales demostrarían posteriormente que el arma con la que había sido disparado el casquillo era la misma con la que ETA había asesinado previamente al presidente del Partido Popular de Guipúzcoa, Gregorio Ordóñez Fenollar y al sargento de la Policía Municipal Alfonso Morcillo Calero.
El domicilio de Enrique Nieto estaba situado a pocos metros de la Hacienda Foral, que en el momento del atentado estaba repleta de personas que tramitaban sus respectivas declaraciones de la renta. En el Bar Bizcacha, junto al portal donde residía la víctima, también se encontraban numerosas personas a la hora del atentado. Por este motivo hubo muchos testigos que permitieron reconstruir la huida del asesino y dar una descripción física del mismo. Según los primeros testimonios el terrorista sería un hombre de piel morena, de entre treinta y cinco y cuarenta años, de complexión gruesa y que vestía pantalones vaqueros y una americana roja o marrón. Fuentes policiales informaron a los medios de que la descripción coincidía con la del etarra Francisco Segurola Mayoz. En su huida, el terrorista se encaró con un transeúnte que lo observaba y, apuntándole con su pistola le amenazó diciendo "¡tú! ¿qué miras?". Fueron precisamente los clientes del Bar Bizcacha los primeros en atender a Enrique Nieto mientras yacía tendido en el suelo en medio de un gran charco de sangre. Presentaba un orificio de entrada y otro de salida, ambos en la parte posterior de la cabeza, así como pérdida de masa encefálica. La ambulancia medicalizada de la Cruz Roja se presentó inmediatamente en el lugar de los hechos y lo trasladó al Hospital de Nuestra Señora de Aránzazu, donde llegó con parada cardiorrespiratoria y en estado de coma. Fue introducido en el quirófano a las once menos cuarto, tras haberle realizado un escáner. La intervención duró cerca de tres horas y quedó ingresado en la UCI con pronóstico muy grave. Los médicos responsables de la intervención manifestaron que aunque el herido había resistido bien la operación de limpieza de las esquirlas alojadas en el cráneo, así como la reparación de los vasos sanguíneos cerebrales, su estado no era esperanzador. Quedaría en estado de coma profundo, no saliendo de éste hasta el día de su fallecimiento, casi cuatro meses y medio después del atentado.
Los compañeros de Enrique Nieto se mostraron alarmados por el hecho de que ETA hubiese podido localizar el domicilio del inspector jefe de la Brigada de la Policía Judicial de Guipúzcoa, apuntando la posibilidad de que la publicación de fotografías de Enrique Nieto hubiese tenido algo que ver. El propio inspector jefe había solicitado, durante una rueda de prensa en diciembre del año anterior, que no se le tomaran fotografías o imágenes de televisión. Pese a esto, su imagen apareció publicada, tanto en periódicos como en televisión, al día siguiente de haber efectuado la petición.
Por la tarde, el director general de la Policía, Ángel Olivares, visitó el hospital para interesarse por la evolución del inspector jefe Nieto. Allí aprovechó para destacar las cualidades profesionales de éste y explicó que el atentado había provocado un gran dolor entre sus compañeros del Cuerpo. También el gobernador civil de Guipúzcoa, Juan María Jáuregui, tuvo palabras de elogio para Enrique Nieto, explicando que era un colaborador directo suyo y que la noche anterior habían estado reunidos para tratar asuntos profesionales. El presidente de la Audiencia Provincial, Joan Cremades, además de jueces como Fernando Andreu o fiscales como Luis Navajas se personaron en el hospital, ya que conocían al inspector jefe por su trabajo como responsable de la Policía Judicial y habían mantenido estrecho trato con él. Ana Iríbar, viuda de Gregorio Ordóñez que había sido asesinado ese mismo año y Consuelo Ordóñez, hermana del político asesinado, acudieron en varias ocasiones al hospital para visitar a Enrique Nieto y seguir su evolución.
El director general de la Policía, Ángel Olivares, expresó en referencia a la acción terrorista que "éste es un atentado muy especial, porque habíamos depositado muchas esperanzas en Enrique Nieto dentro de la lucha contra ETA en Guipúzcoa". El día anterior al atentado que dejaría a Enrique Nieto en estado de coma se había cumplido un mes desde el secuestro por parte de ETA del industrial José María Aldaya. Por este motivo Inaxio Altuna, portavoz de la familia Aldaya, manifestó que el atentado aumentaba la inquietud en la familia del secuestrado. Por su parte,Herri Batasuna justificó el crimen con su propaganda habitual, culpando al Estado por no ceder ante el chantaje asesino y tendiendo siempre los puentes de la negociación, achacando "la grave responsabilidad política de quienes se están empeñando en prolongar la situación de confrontación violenta en Euskal Herria con el Estado, aplastando por la vía policial y represiva los derechos y reivindicaciones de este pueblo".
Desde el sindicato policial de la Unión Federal de Policía (UFP), se reclamó a los políticos que dejasen "su afán de protagonismo estéril para afrontar la realidad que la sociedad demanda", mientras que la Asociación Nacional de Policía Uniformada (ANPU), criticó también a los distintos partidos por continuar con sus "discursos de comprensión y mano tendida", así como con sus "ambigüedades". Herri Batasuna fue la única fuerza política del Parlamento Vasco que no suscribió una declaración institucional de condena al atentado, ausentándose cuando ésta tuvo lugar. Además, fueron miembros de su entorno los que colocaron carteles en la parte vieja de San Sebastián con las fotografías de dos de los testigos del crimen, junto con una clara amenaza: "Txibatoak etorriko zizue bueltan", "Chivatos, ya os tocará" (Alonso, R., Florencio Domínguez, F., y García Rey, M. Vidas Rotas, Espasa 2010).
En 1998 la Audiencia Nacional condenó a 30 años y cuatro meses de prisión al etarra Valentín Lasarte por el asesinato del policía Enrique Nieto Viyella, contemplando los delitos de atentado terrorista y de utilización ilegítima de vehículo de motor. El tribunal consideró probado que en mayo de 1995 Valentín Lasarte y dos miembros más del grupo Donosti de ETA "realizaron informaciones sobre las costumbres y el recorrido habitual de Nieto, y llegaron a la conclusión de que la mejor manera de llevar a cabo la acción era con una motocicleta". Según el fallo, Lasarte y los otros terroristas se trasladaron al Hotel Orly de San Sebastián, donde uno de ellos se quedó esperando mientras Valentín Lasarte y el tercer terrorista volvían a la vivienda de Enrique Nieto y se juntaban en el portal, esperando a que éste saliera de su casa. Valentín Lasarte "por la espalda y a corta distancia le disparó una sola vez a la cabeza con la pistola", lo que conllevaría la muerte del policía cuatro meses después de los hechos.
Además, en diciembre de 1996 era detenida Aránzazu Barrenetxea Bereziartúa, de 33 años, cuando trabajaba como empleada en la oficina del Censo del Instituto Nacional de Estadística (INE) en San Sebastián, organismo en el que estaba contratada desde 1988. Se le acusaba de haber facilitado a ETA datos personales sobre un centenar de potenciales objetivos, entre los que se encontraban el inspector jefe Enrique Nieto Viyella, el sargento de la Policía Municipal de San Sebastián Alfonso Morcillo y unos cincuenta guardias civiles del cuartel de Inchaurrondo, además del general de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo, el empresario José Manuel OlartePlomos, el exjugador de fútbol José Antonio Santamaría Vaqueriza y otras personas cuyos nombres aparecían implicados en el Informe Navajas (El País, 13/12/1996).
En el caso del inspector jefe Enrique Nieto, los datos suministrados por la informadora de ETA no sólo sirvieron para cometer el atentado que acabaría con su vida, sino también para planificar, anteriormente, un primer atentado contra el policía que no pudieron llevar a cabo.
Barrenetxea había recibido instrucción en el manejo de armas en un monte de Navarra, pero finalmente su colaboración con la banda ETA se centraría en recabar información sensible sobre futuros objetivos, gracias a su puesto en el INE, que le permitía tener acceso a datos sobre personas de cualquier parte de España, como por ejemplo DNI, domicilio, formación, puesto de trabajo, etc. La colaboradora de ETA estaba siendo investigada por la Policía desde que en 1993 fuera desarticulado el grupo Txomin Iturbe. Por aquel entonces se localizó un piso en Pamplona donde fueron encontradas armas y documentación, así como una carta de Francisco Javier Chimeno Inza en la que mostraba su preocupación por lo que podría suceder si las Fuerzas de Seguridad detuvieran a Aránzazu Barrenetxea, ya que ésta había hecho acopio de una gran cantidad de información que podría desembocar en una gran operación policial si ella era capturada. María Aránzazu Barrenetxea acabaría siendo condenada a siete años de prisión por el Tribunal Supremo, por su colaboración con los grupos Donosti y Txomin Iturbe de ETA.
Sin embargo, lo sucedido con Barrenetxea Bereziartúa no es un caso aislado en la historia de cómo ETA ha logrado introducir a miembros y colaboradores en distintos puestos de la Administración a lo largo de su historia. En junio de 1996 se supo que Rubén Egaña Zumeta, condenado a seis años por colaboración con ETA, había sido contratado por la Delegación del Instituto Nacional de Estadística de Guipúzcoa, para la actualización del Censo. En 1995 la Audiencia Nacional condenó a Alfonso Castro Sarriegui, exmiembro de la Policía Municipal de Rentería, a 18 años de cárcel por su colaboración en el asesinato de Raúl Suárez Fernández. En 2004 Laura Riera fue condenada a 9 años de prisión por su colaboración en atentados como el que le costó la vida al concejal del PP en San Adrián del Besós, José Luis Ruiz Casado. Riera, que trabajaba en la sección de multas del Ayuntamiento de Tarrasa, tenía acceso a los datos sobre los vehículos de las víctimas, a través de la base de datos de la Dirección General de Tráfico. En 1987 la Policía detuvo en Galdácano a dos miembros de ETA acusados de facilitar información a la banda. Se trataba de Félix Santamaría Azaola y Aitor Jugo Álvarez, el primero de los cuales era funcionario de Hacienda para la Diputación Foral mientras que el segundo había trabajado en ese departamento en el pasado. En 1988 fueron detenidos Asier Elguezábal y Yolanda Aldama, acusados de colaboración con ETA. El matrimonio fue puesto en libertad, pero un documento etarra incautado dos años más tarde demostraba que habían trabajado para ETA suministrándole información. Él era hijo de un alto cargo del Gobierno vasco y ella empleada de la Dirección de Tráfico.
Enrique Nieto Viyella era natural de Infiesto (Asturias) y tenía 46 años en el momento de su muerte. Estaba casado y tenía dos hijas de 18 y 20 años. En una carta enviada por su tía María Elena Viyella a La Nueva España en 2009, se refería a él como un joven simpático y cariñoso. Ingresó en el Cuerpo Nacional de Policía en 1972 y desde 1990 era jefe de la Brigada Judicial de San Sebastián y responsable de la Unidad Territorial Antiterrorista de Guipúzcoa. Anteriormente había estado destinado en Madrid y Oviedo, y llevaba viviendo y trabajando en el País Vasco desde 1985. A lo largo de su brillante trayectoria profesional había sido objeto de unas cuarenta felicitaciones públicas y le había sido concedida la Medalla al Mérito Policial con distintivo rojo.
En junio de 2000, según Real Decreto 1188/2000, le era otorgada la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo y en 2005, también a título póstumo y con carácter honorífico, según Real Decreto 308/2005 Enrique Nieto Viyella era ascendido al cargo de Comisario.

Centro Peruano-Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres.

Quienes son.


El Centro Peruano-Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres, fue establecido en 1986 por la Facultad de Ingeniería Civil (FIC) de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) y financiado gracias a la cooperación del Gobierno del Japón a través de su Agencia de Cooperación Internacional (JICA).

El Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres (CISMID) es una institución de sólido prestigio internacional, que gracias al aporte y calidad de sus investigadores ha logrado colocarse a la vanguardia de la Ingeniería Sísmica no solamente en el Perú sino también en Latinoamérica. Durante sus 22 años de funcionamiento CISMID ha contribuido con una serie de investigaciones a la implementación de obras de infraestructura de trascendencia nacional e internacional. Así mismo, su aporte en el área de mitigación de desastres ha sido significativo, realizando diversos trabajos de microzonificación sísmica de un gran número de ciudades a nivel nacional y contribuyendo con investigaciones sobre materiales y tecnologías de construcción de viviendas sismorresistentes de interés social. Muchos de estos trabajos han concluido como tesis de grado de un gran número de alumnos de la Facultad de Ingeniería Civil-UNI. Algunos de nuestros más destacados alumnos han tenido la oportunidad de seguir estudios de especialización, maestría y doctorado en el extranjero, gracias a los contactos conseguidos por este centro. A su regreso, se han reincorporado a nuestra institución y se desempeñan como docentes de la Universidad.

A nivel latinoamericano, CISMID ha contribuido en la formación de más de 500 profesionales de diferentes países mediante la realización de 15 cursos internacionales con temas relacionados a la prevención y mitigación de desastres, así como a la formulación de proyectos de ingeniería. Asimismo, ha organizado diversos seminarios internacionales, donde se ha contado con exposiciones de investigadores reconocidos internacionalmente; ha realizado reuniones de trabajo (workshops) con instituciones y universidades de países como Japón (Universidad de Tokio, Universidad de Chiba, Universidad de Tsukuba, Instituto de Investigación de la Construcción, Instituto de Desarrollo de Infraestructura, Centro de Investigaciones de Ingeniería Sísmica, Instituto de Ciencia Industrial, entre otros), Alemania (Universidad de Ciencias Aplicadas de Regensburg), México (Universidad Autónoma Metropolitana) y Estados Unidos (Universidad de California en San Diego, UCSD, Universidad de Texas en Austin, Universidad de Illinois entre otras), para desarrollar proyectos de investigación conjunta. Estos eventos tienen por objetivo no solamente el intercambio de conocimientos entre los investigadores extranjeros y peruanos, sino también, gracias a su carácter gratuito, sirven como fuente de difusión del estado del arte de las diferentes especialidades de la ingeniería entre los profesores, alumnos y profesionales en general. Por su parte los investigadores de CISMID frecuentemente presentan artículos en congresos nacionales e internacionales, difundiendo los trabajos de investigación que se vienen realizando, dando con esto una importante presencia de la Facultad de Ingeniería Civil y de la Universidad Nacional de Ingeniería.