Marcel Franquelin

American Gallery.



Langueur

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Moi

title unknown

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Peach

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Friendship

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Melissa

The Couch

JFK



El populismo del PP contra las grandes superficies, por Juan Ramón Rallo

Página personal.


Los españoles padecemos un gobierno populista que, en consecuencia, juega la baza populista de buscar enemigos externos e internos para ocultar sus vergüenzas y su profunda incompetencia. Ahora les ha tocado el turno a las grandes superficies de distribución, esas a las que el ministro de Agricultura, Miguel Ángel Arias Cañete, ha acusado, pasando por buena un trasunto de la teoría marxista de la explotación, de aprovecharse de los agricultores y de forrarse a su costa.  Por supuesto, todos conocemos “casos” de productos multiplicados de precio en varias decenas de veces desde el origen hasta el destino. El error común es confundir una multiplicación de ese precio con una multiplicación de los beneficios, pues paralelamente se pueden estar multiplicando también los costes (en particular, los asociados a la distribución).
Arias Cañete ha apuntado con su demagogo dedo a las cinco grandes compañías de distribución que operan en España: Mercadona, El Corte Inglés, Carrefour, Eroski y Alcampo. ¿Es verdad que se están forrando a costa de los agricultores multiplicando los precios a los que venden su mercancía gracias a su “poder de mercado”? Rotundamente, no. Si alguien se lo lleva crudo en la cadena de distribución, desde luego no son estas empresas.  Y para comprobarlo no hace falta tener ningún tipo de información privilegiada, basta con encontrar y saber leer sus cuentas anuales. Tomemos como ejemplo las de Mercadona, Carrefour y Eroski (que son las fácilmente disponibles en internet). Si se forraran a costa de los agricultores, deberían encontrarnos con que obtienen una rentabilidad monstruosa sobre el dinero que tienen invertido, en especial debido a los grandes márgenes comerciales a los que venden sus productos.
Al fin y al cabo, la rentabilidad de toda empresa puede descomponerse en dos factores: al margen comercial y la velocidad de rotación del capital. Básicamente, una empresa mejora su rentabilidad si vende con márgenes muy amplios o si vende muchas veces el mismo producto. Matemáticamente: Beneficio/Activo=Beneficio/Ingresos*Ingresos/Activo
Veámoslo para el caso de las empresas anteriores:
Rentabilidad = 8,1%
Margen unitario de ganancia = 2,81%
Rotación del capital = 285%
Rentabilidad = 1,2%
Margen unitario de ganancia = 2,1%
Rotación del capital = 57%
Rentabilidad = 0,8%
Margen unitario de ganancia = 0,47%
Rotación del capital = 170%
Salvo el mejor grupo de distribución español desde hace décadas, Mercadona, Carrefour y Eroski apenas ganan sobre su inversión entre un 0,8% y un 1,2%… por debajo de la inflación y de lo que obtendrían por comprar deuda pública alemana, por ejemplo. Sus unitarios márgenes de ganancia por producto vendido oscilan entre el 0,5% y el 2%, esto es, por cada 100 euros de ventas, apenas ganan 0,5 ó 2 euros. Como digo, sólo Mercadona obtiene una rentabilidad aceptable (el 8% sobre el capital invertido), pero no gracias a los amplios márgenes de ganancia por producto vendido (que son similares a los de Eroski, del 2,8%) sino porque vende muchísimos productos (aunque sólo gane 2,8 euros por cada 100 euros que ingresa, vende muchas veces 100 euros).
En suma, estamos ante un nuevo ejercicio de populismo antiempresarial de este gobierno. Aunque viendo los orígenes ideológicos de muchos de ellos, tampoco es de extrañar.

El Premio Nobel de Economía 2012, por Xavier Sala i Martín

Random Thoughts.


El Premio Nobel de Economía 2012
La economía es la ciencia que estudia cómo se asignan los recursos escasos. Es decir, es la ciencia que estudia cómo “emparejar” cosas (traduzco “emparejar” del inglés “match”): cómo emparejar alcachofas con personas que quieren alcachofas, cuadros de Picasso con personas que quieren cuadros de Picasso, hombres con mujeres, estudiantes con escuelas, médicos con hospitales o donantes de riñones con pacientes que requieren transplante de riñones.

Para la mayoría de bienes y servicios, la mejor manera de “emparejar” es el mercado: las alcachofas van a los consumidor es que pagan por ellas, el cuadro de Picasso va al mejor postor. En el caso de las alcachofas, el vendedor simplemente pone un precio y cualquier comprador dispuesto a pagar ese precio se queda con la alcachofa. En el caso del Picasso, el cuadro va a parar a quien más dinero está dispuesto a pagar por él en una subasta. Muchos economistas han dedicado sus vidas (y algunos incluso han sido galardonados con el premio Nobel en el pasado) por diseñar los mejores mecanismos de subasta.

Para ciertos tipos de “bienes” o “servicios”, el mecanismo de mercado y el pago de dinero no es eficiente o no funciona. A las alcachofas no les importa exactamente quien las adquiere y por quien van a ser devoradas. Ese no es el caso en algunos procesos de “emparejamiento” como, por ejemplo, el de las personas en el mercado matrimonial. Un hombre puede querer con locura a una mujer y puede estar dispuesto a pagar una cantidad extraordinaria de dinero por ella, pero si ella no se siente atraída por él, la pareja resultante no será estable. Durante muchos siglos este problema se ha solucionando tratando a la mujer como a un producto inerte la voluntad del cual puede ser ignorada: ella no tenía nada que decir y los padres la vendían al mejor postor. ¡Como si fuera una alcachofa! De hecho, en alguna sociedades actuales todavía es cierto que los hombres ricos pueden comprar esposas a cambio de petrodólares o camellos. En las sociedades occidentales, sin embargo, ya hace años que las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres a la hora de decidir con quien se emparejan y, por lo tanto, los mercados matrimoniales con intercambio de dinero han desaparecido. La pregunta es: en estas circunstancias, ¿cómo se pueden asignar hombres a mujeres -y viceversa- de manera que, una vez establecida la pareja, ninguno de los dos tenga incentivos a romperla para encontrar una pareja mejor?

Esta misma pregunta se plantea constantemente en la “asignación” (o emparejamiento) entre alumnos y escuelas: en una misma ciudad hay escuelas buenas y escuelas malas, escuelas más deseables y escuelas menos deseables, estudiantes mejores y estudiantes peores. ¿Cómo asignamos cada estudiante a cada escuela? Vender los puestos en las escuelas no es la solución porque las buenas escuelas no quieren a los estudiantes ricos sino a los buenos. Y si aceptan solamente a los ricos, la calidad de la escuela bajará (por eso en Columbia, aunque sea una universidad privada, no subastamos los puestos entre los estudiantes sino que tenemos un proceso de selección de las mejores mentes y no los bolsillos más profundos).

Los ganadores del premio Nobel de este año, Lloyd Shapley y Alvin Roth, solucionan este tipo de problemas: diseñan fórmulas matemáticas que permiten asignar  hombres a mujeres, escuelas a alumnos, hospitales a médicos, etc.

En 1962, Lloyd Shaply y David Gale (Gale hubiera recibido el premio Nobel con Shapley por su trabajo conjunto si no hubiera muerto en 2008 o si el comité Nobel no tuviera una norma que impide dar el premio de manera póstuma) idearon un procedimiento para asignar personas en el “mercado matrimonial”. Más o menos funciona así: todos los hombres hacen una oferta a una mujer. Obviamente las mejores mujeres reciben montones de ofertas y escogen entre ellas. No sé quien sería la mujer más deseada del mundo. Pongamos por caso que es Angelina Jolie. Angelina escoge entre los millones de ofertas. Lógicamente escoge a Brad Pitt (¡ve tu a saber por que!). Los hombres rechazados pasan (o pasamos) a hacer una segunda oferta entre las mujeres que todavía no nos han rechazado y así sucesivamente hasta que todo el mundo queda emparejado. De este modo, nuestra pareja acaba siendo “lo mejor a lo que podemos aspirar” en el sentido de que cualquier pareja más deseable que la que nos ha tocado es una pareja a la que no podemos aspirar porque nos ha rechazado.

El problema aparece cuando hay gente que "miente" porque actúa estratégicamente. Es decir, podría darse el caso que una mujer A rechaza al hombre B para que B haga una oferta por la mujer C con el objetivo de que ésta deje al hombre D libre y A pueda emparejarse con D. Este tipo de movimientos se observan, por ejemplo, en los procesos de solicitud a escuelas y universidades donde los estudiantes solicitan una serie de escuelas de peor calidad para “asegurarse” de que al menos son admitidos en alguna escuela, privando de eso modo a otros estudiantes de menor calidad de obtener esa plaza.

Los movimientos estratégicos como éstos invalidan el mecanismo de Shapley (y Gale). Pero no nos deprimamos porque ahí es donde aparece el otro galardonado, Alvin Roth en 1982. Roth diseña un mecanismo “a prueba de mentiras” que incluye “asignaciones provisionales” que se pueden cambiar si aparece una alternativa mejor para el estudiante. Al Roth fue contratado en 2003 por la ciudad de New York para diseñar su sistema de asignación de estudiantes a escuelas públicas. Eso demuestra que, además de curiosos y bellos algoritmos matemáticos, todo este trabajo tiene aplicaciones útiles en la vida real.

En los últimos años, Al Roth ha estado trabajando en otro sector que ha llamado la atención de los medios: los órganos humanos. Por razones éticas, las sociedades occidentales hemos decidido no permitir que los órganos se compran y se vendan por lo que la asignación al mejor postor que usamos para las alcachofas o los cuadros de Picasso no funciona. Los economistas damos a este tipo de mercados el calificativo de “mercados repugnantes”.

La pregunta es, ¿cómo asignamos riñones a pacientes cuando no existe la posibilidad de intercambios monetarios? El problema aparece cuando la mujer A necesita un riñón y su marido, el hombre A, está dispuesto a donarlo pero tiene un problema: su riñón no es compatible con el de su esposa. Imaginamos que la pareja B tiene el mismo problema... pero los doctores dicen que el hombre B sí es compatible con la mujer A y el hombre A con la mujer B. Fijaos que si permitimos que el hombre A dé el riñón a la mujer B y, A CAMBIO, el hombre B se lo dona a la mujer A, las dos mujeres salvan la vida. Fijaos también que si la ley dice que eso no se puede hacer y que todos los riñones donados van a parar a un centro nacional y se reparten por orden de urgencia, muy probablemente el marido A no donará nada y el marido B tampoco porque ellos solo tienen interés en dar riñones a sus esposas y no a desconocidos. En este caso las dos mujeres mueren. La única salida es el intercambio de riñones. (De hecho, el intercambio de riñones entre los dos matrimonios puede ser complicado a efectos prácticos porque, en Estados Unidos, es ilegal firmar contratos en los que uno se compromete a donar un riñón. Sin ese contrato, si la donación e intercambio de riñones no se hace de manera simultánea, existe la posibilidad de que, una vez hecha la operación en la que el marido A dona su riñon a la mujer B, el hombre B se escaquee y diga que no quiere donar su riñon y no habrá procedimiento legal que la pareja A pueda emprender para recuperar su riñón. En este sentido, lo que acaba pasando es que las dos parejas van al hospital al mismo tiempo y el intercambio de riñones se lleva a cabo de manera simultánea y así nadie se puede escaquear.)

El problema se complica cuando el hombre B no es compatible con su esposa pero tampoco con la señora A. Fijaos que las parejas A y B no pueden ya intercambiarse riñones porque el hombre A puede donar el riñón a la mujer B pero el marido B no puede donar a A por lo que no se puede producir intercambio. Imaginemos que el riñón del Sr B es compatible con la mujer C y el marido C es compatible con A. Fíjense que ahora se puede realizar un intercambio a tres: A da a B, B da a C y C da a A. Pero ¿qué pasa si C es incompatible con A sino que es compatible con D, y D es compatible con E, y E es compatible con F... etc? El mecanismo de intercambio sin pago de dinero se complica extraordinariamente hasta el punto que se necesita un complicadísimo algoritmo matemático que permita el intercambio (y una sala de operaciones gigante que permita realizar operaciones de 12 operaciones simultáneamente). Pues bien, ese es el algoritmo diseñado por Al Roth, algoritmo que le ha valido el Premio Nobel de Economía 2012.

Fundamentos matemáticos de la ingeniería [tomo I]

María Begoña Del Hoyo y Virginia Muto. 2011. Universidad del Pais Vasco.

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Fuente: Civilgeeks.


En el curso 1999-2000 comenzó a impartirse en la Facultad de Ciencias de la Universidad del País Vasco la titulación de Ingeniería Química.
Dentro de dicha titulación se nos asignó a las profesoras María. Begoña del Hoyo y Virginia Muro. la docencia de la asignatura de “Fundamentos Matemáticas para la Ingeniería”. Como el temario era amplio y el tiempo que teníamos para dedicar a nuestros alumnos era corto. decidimos preparar unos apuntes que la sirvieran de ayuda para “no perderse” por la asignatura y adentrarse así en el mundo de la Matemática que consideramos básica para poder desarrollar con éxito su formación en la Facultad.
Desafortunadamente nuestra experiencia nos dice que los alumnos que llegan a primero de Ingeniería Química carecen del hábito e incluso en muchos casos de la capacidad para el estudio y correcta interpretación de los textos usualmente disponibles en el mercado. La motivación principal que nos ha inducido a escribir’ este libro y probablemente nuestra aportación original esencial al mismo. ha sido la de producir un texto que pudiera jugar un papel intermedio entre el profesor-tutor y los textos ordinarios, por decirlo en otras palabras que proveyera al alumno con una especie de servicio de tutorización impresa, haciéndoles fácilmente digerible ideas, conceptos y métodos expresados de forma menos elaborada y compacta en otras obras.
Después de dos años de andar con hojas “para adelante y para atrás” hemos creído conveniente publicar estos apuntes en formato libro con el único objetivo de que para nuestros alumnos sea más fácil disponer de los apuntes completos de la asignatura desde el primer día de clase.
Para confeccionar dichos apuntes nos basamos en los siguientes libros: N. Piskunov: Cálculo Diferencial e Integral. Montaner y Simón. Barcelona, 1978. E. Maisden 8: A. J. Tromba: Cálculo Vectorial. Addison-Wesley Iberoamericana, 1987. L. Salas 8: E. Mille: Calculus – Cálculo de una y varias variables con geometría analítica. Reverte. 1995. B. P. Deniidovicli: Problemas y ejercicios de Análisis Matemático. Paraninfo, 1969. B. P. Demidovich: 5000 Problemas de Análisis Matemático. Paraninfo, Madrid, 1990. M. Spivak: Cálculos. Cálculo Infinitesimal. Reverte. 1970. J. hlartinez Salas: Elementos de lklatemáticas. Gráficas Andrés Llartín, Valladolid. 1977. S. Lipschutz: Algcbra Lineal. lxlcGraw-Hill. 1992. M. Castellet & l. Llerena: álgebra Lineal y Geometría. Reverté, Barcelona. 1992. E. Tebar Flores: Problemas de Cálculo Infinitesimal. Tebar Flores, Albacete. A. Luzarraga: Problemas resueltos de Algebra Lineal. Riomargraf, 1966. y en otros apuntes que en nuestra experiencia docente de largos años habíamos ido acumulando.