Post-Carbon America. Matt Ridley


Many environmentalists believe that carbon dioxide from the burning of fossil fuels will cause a climate crisis toward the end of this century. Environmentalists also raise the alarm that we have reached "peak oil" and that fossil fuels will run out by the middle of the century. That both views cannot be true rarely seems to bother those who hold them. Either consequence, we're told, makes the world's conversion to a low-carbon energy system an urgent matter.

Robert Laughlin, who won a Nobel Prize for his work in quantum physics, takes a rather different view. He thinks that "one can't find much actual global warming in present-day weather observations" and that "the final demise of carbon burning is so far away, perhaps ten generations, that it's quite irrelevant to energy problems of today." And so in "Powering the Future" he takes up the problem of energy use two centuries from now, on the assumption that it will take that long for us to run out of, or give up, fossil fuels.

The book is written with a cheerfully can-do brio and is full of fascinating calculations—he says that damming Canadian rivers and flooding 0.5% of its land surface, for instance, would provide hydro-power to meet all the world's electricity needs for a month. As a physicist he brings useful insights to the solar, nuclear and even garbage-incineration debate.




Represión, maltratos y corrupción en Valle Grande. Dania Virgen García

Refieren varios reclusos de la Prisión Valle Grande que a menudo son golpeados por los Funcionarios del Orden Interior (FOI). Se quejan además de que la alimentación es poca y mal elaborada y la atención médica es pésima.

Recientemente, varios funcionarios de orden interior, entre ellos el llamado El Mellizo, propinaron una golpiza a un recluso por pedir asistencia médica, y luego lo condujeron sangrando a una celda de castigo, sin atención médica.

Afirman que el segundo jefe de la unidad hace negocios con los reos. Cobra 10 CUC por permitirles usar el teléfono diez minutos, un CUC por minuto.

Los reclusos que quieren ser trasladados al campamento llamado Las Barracas, que es destinado para enfermos crónicos y lisiados, por lo que tiene mejores condiciones, tienen que pagar 80 CUC. 


Las mejores pinturas de Goya en el Museo Lázaro Galdiano (2): “Las Brujas”




La terrible escena representa un grupo de viejas brujas que atormentan a un asustado hombre de camisa blanca. Encima de sus cabezas una serie de animales del mundo de la noche acompañan a un genio maligno que desciende de entre las sombras. Como dijo Moratín en su Auto de Fe:

(…) murciélagos, mochuelos y lechuzas, todos ellos, según la tradición, animales chupadores de sangre.

Las Brujas realizan distintas acciones, como leer un conjuro, hacer hechizos devudú con un muñeco y una aguja o portar un cesto lleno de bebés que podrían haber sido robados de sus cunas.

El dramatismo de la obra queda fuertemente marcado por la gama de colores usados, sobre una preparación negra van superponiéndose las figuras, los ropajes, el fondo, y los animales, creando ciertas zonas de luz en contraste con el fondo oscuro, en donde, sobre la lejanía, se aprecia un perdido pueblo.



¿El mundo está mejor o peor? Andrés Oppenheimer

Consideremos algunos de los datos que ofrece el informe sobre los progresos logrados en lo últimos 25 años:

• La expectativa de vida promedio a nivel mundial aumentó de los 64 años a mediados de la década de 1980 hasta los 68 años en la actualidad.

• La mortalidad infantil a nivel mundial en el mismo lapso disminuyó de casi 70 muertes por cada 100,000 niños a 40 muertes en nuestros días.

• La pobreza, definida por el porcentaje de personas que viven con menos de $1.25 diarios, bajó del 43 por ciento de la población mundial a mediados de la década de 1980 hasta el 23 por ciento en la actualidad.

• Las inscripciones en la escuela secundaria aumentaron del 45 por ciento a mediados de la década de 1980 hasta casi el 70 por ciento actualmente.

• El número de conflictos armados en el mundo se redujo de 37 a mediados de la década de 1980 hasta 26 este año.

Y a menos que arruinemos las cosas, todo indica que estas tendencias se acelerarán gracias a los nuevos avances tecnológicos. “La inminente revolución biológica puede cambiar a la civilización más profundamente de lo que lo hizo la revolución industrial o la revolución informática”, dice el informe.

“Hace 13 años, la práctica de búsquedas en Google era desconocida en el mundo. Hoy lo consideremos algo normal”, agrega. “Dentro de 13 años, la práctica de utilizar formas de vida sintéticas para fines médicos, o para producir alimentos, agua y energía también podría ser bastante normal”.



Why do virtually none of these politicians, when they leave office, found their own non-political firms. Donald Boudreaux

Here’s a quick question for anyone who takes seriously politicians’ pronouncements about what particular industries are “vital” or are “of the future” or are “crucial to meeting consumers’ needs”: 
Why do virtually none of these politicians, when they leave office, found their own non-political firms?
 Why do virtually none of these politicians, when they leave office, found their own non-political firms – firms that specialize neither in granting clients access to incumbent politicians nor in projects that depend upon getting subsidies or other favors from those same politicians?


And what of Pres. Obama?  Even if he wins a second term in the White House, he’ll be only 55 years old when he leaves office.  Will he found and run a health-insurance company?  How about a ‘green’ energy firm?  Or will he, perhaps, found and run a firm specializing in offering middle- and low-income Americans better and more fully disclosed access to consumer credit?  Will he create a successful automobile firm?

I’ll bet (seriously) a good deal of money that he’ll do none of these things.  He’ll not even try.  And for good reason: not only does he know nothing about these matters, he knows nothing about finding investors willing to stake their own funds, or about finding skilled workers and managers willing to cooperate together in such upstart enterprises, so that such enterprises become realities with real prospects for success.





Obedientes. Arcadi Espada

[C]oincide con mi lectura de las memorias de Rudolf Höss, el comandante de Auschwitz. Como las de otros jefes nazis, se trata de unas memorias dudosas, en el sentido de que no se sabe bien hasta qué punto las escribió él y en qué condiciones. Pero su apelación a la obediencia debida es un clásico. Höss dice que no era fácil eludir las órdenes sabiendo que a los desobedientes les esperaba un Consejo de Guerra. No le falta razón, desde luego. Una de las características del crimen es lo cómodo que es, y la buena vida que llevan los criminales.


Sobre el entorno, por cierto, hay un párrafo irrevocable en la introducción de Primo Levi a las memorias de Höss: «Se pasó la vida haciendo suyas las mentiras que impregnaban el aire que respiraba y, por lo tanto, mintiéndose a sí mismo». 
  


Tontería económica: Hambre, Política, Bolsa. Carlos Rodríguez Braun

Esther Vivas, profesora de la Universidad Pompeu Fabra, aseguró en El País: "Las causas del hambre son políticas"... y a continuación afirmó que lo malo es el mercado: "hoy, los alimentos se han convertido en una mercancía y su función principal, alimentarnos, ha quedado en un segundo plano".

Ni por un momento se le ocurrió que si los alimentos dejaran de ser una mercancía, si dejaran de ser comprados y vendidos, un porcentaje quizá apreciable de la humanidad moriría de inanición.

Su obsesión es, precisamente, la libertad, "una globalización al servicio de intereses privados", como si el hambre se produjera en los países más globalizados, y no, como sucede, en los menos. Le echa la culpa a los mercados desregularizados, como si tal fuera la característica de los mercados en Corea del Norte o Zimbabue. O, típicamente, a las multinacionales, como si su presencia explicara el hambre: que doña Esther mire los países con hambre y verá que allí lo que no abundan, precisamente, son las empresas multinacionales y los mercados libres.


En fin, también leí en El País esta otra bobada: "Por supuesto, el hambre del mundo acabaría si se aprovecharan nuestros cubos de basura". Que no, señores, que no, que la pobreza en Cuba no tiene nada que ver con que ustedes terminen o no terminen su plato de comida en España. La pobreza en Cuba se debe a la falta de libertad y justicia, característica del comunismo, la misma libertad y la misma justicia que faltan en Corea del Norte, en Zimbabue, en Etiopía, y en todos los lugares donde todavía hay hambre.