Inquietudes sin sorpresas.

Anddy Sierra Álvarez.



El pasado 13 de febrero del 2012, el cielo amaneció despejado con la temperatura mas baja de lo normal. Donde el despertar de los ciudadanos del “Rosario” reparto ubicado en el municipio de Arroyo Naranjo de la capital cubana, es aturdidor, pues la panadería-dulcería de la localidad dejó de funcionar repentinamente, dejando de abastecer a la población. Alfredo uno de los vecinos que vive contiguo a la panadería, cita “eso posiblemente fue el ruido que sentí por la madrugada, como si fuera un corto circuito”, según el administrador alias el “chiqui” explica que por la lluvia caída en la noche, la filtración del agua por las malas condiciones del techo de mampostería, hizo que provocara un corto circuito a gran escala, pues el horno eléctrico y la maquina amasadora, únicas del local, fueron afectadas seriamente.
Una fuente cercana, trabajador del lugar, comenta que las condiciones eran pésimas y que lo que sucedió no lo sorprendió para nada, dice, es verdad que el techo era una de las causas, pero lo real era, un salidero de agua común dentro del cuarto donde se encuentran las maquinas de trabajo y que esta creaba una humedad constante y donde hay electricidad el agua es fatal. Los encargados de revisar las máquinas, dan la noticia que se habían quemado los cables eléctricos del horno y el motor de la amasadora y que se lo llevaban para el taller para enrollarlo y que podían tardar de una semana hasta 20 días. Alguno que otra persona murmuraba, – ¡Entonces hasta que no se reparen los motores no hay pan!-se escucha en alta voz proveniente del tumulto de personas por lo que la expresión quedo anónima. Después de varias horas, el delegado llega al lugar y les explica que no se iban a quedar sin pan, pues él ya había hablado con el administrador de la panadería central (es la encargada de cubrir la demanda de una panadería fuera de servicio) para que abasteciera la demanda de la población afectada, hasta que se solucionara el problema en un máximo de 20 días…
A las 5:00 pm, comenzaron a llegar los caballos con carretones llenos de cajas plásticas con pan, el trayecto que hay de la panadería central hasta la panadería-dulcería del “Rosario” es de unos 6 kilómetros de distancia, por lo que se empezó de 6:00 pm hasta las 8:00 pm a dar el pan a la población y todos se fueron tranquilos con la idea de que esta incomodidad se terminara en el plazo establecido por los trabajadores del taller de mantenimiento.

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