Autonomía y rendición de cuentas: las escuelas charter y piloto de Massachusetts

Antonio Cabrales.



Una de las propuestas estrella de nuestro manifiesto de educación fue la petición de mayor autonomía para las escuelas, disciplinada por una rendición de cuentas a la sociedad para que esta autonomía no derive en gestión para el amiguismo de los directores, o la comodidad de los profesores y/o alumnos del centro. La evidencia que nos animaba a esta propuesta ya la hemos discutido en parte basándonos un artículo de Woessman y coautores que usa la experiencia comparativa entre países (ver la figura 3, por ejemplo). Pero alguno de nuestros lectores seguro que se quedará más tranquilo si añadimos algo de evidencia experimental, de manera que hoy discutiré un artículo que nos da justamente eso.

El artículo del que vamos a hablar, de Abdulkadiroglu, Angrist, Dynarski, Kane y Pathak, analiza los resultados de dos grupos de escuelas, las “charter” y las “piloto”. Ambos tipos de escuelas tienen financiación pública, pero una gestión algo diferente de las escuelas públicas normales. Por este motivo tienen alguna relación con nuestras escuelas concertadas, pero son bien diferentes en dimensiones importantes (la mayor es que reciben del estado el mismo pago por alumno que las públicas, y en contrapartida los alumnos no pagan nada por asistir a ellas). Por esto mantendré su nombre en inglés al hablar de ellas.
Las escuelas charter son escuelas con financiación pública, pero la gestión es privada. Están fuera de los convenios colectivos de la educación pública y por este motivo tienen mucha libertad en la contratación, compensación y condiciones laborales de sus empleados. Tienen días escolares más largos y ofrecen más tutorías, dentro y fuera del horario escolar, y tamaños de clase más pequeños. Muchas de ellas suscriben la filosofía sin excusas, de la que hablé en una entrada anterior. Además suelen poner mayor énfasis en el comportamiento y la disciplina que otras. Además tienen mayores estándares de rendición de cuentas: tienen que realizar informes anuales, auditorías financieras, visitas de inspección frecuentes y cada cinco años una revisión en profundidad para renovar la licencia. En esta revisión tienen que demostrar que han conseguido buenos resultados académicos y que se han comportado de manera consistente con sus estatutos y misión. Desde 1994 el estado de Massachusetts recibió 350 solicitudes para abrir escuelas charter, aprobó 76 y revocó 9 de éstas en las revisiones quinquenales.
Las escuelas piloto son una iniciativa conjunta de las autoridades escolares y los sindicatos con ayuda técnica del “Center for Collaborative Education” como alternativa tanto a las escuelascharter como a las escuelas públicas tradicionales. Las escuelas piloto son en su mayoría escuelas públicas que deciden transformar su estatus, con el voto favorable de dos tercios de los trabajadores afiliados al sindicato (la mayoría de ellos están afiliados) y debe también ser aprobado por el comité sindical de escuelas piloto. Como las charter, las escuelas piloto tienen mayor libertad sobre los currículos, los presupuestos y la contratación. Pero a diferencia de ellas, sus trabajadores están cubiertos por el convenio colectivo para cuestiones que tienen que ver con salarios y condiciones de trabajo. Pueden ser despedidos de esas escuelas, pero tendrían un puesto de trabajo en otra escuela del sistema. A menudo las escuelas piloto declaran un énfasis curricular especial, por ejemplo en arte o en tecnología. Las escuelas piloto también estás sujetas a rendición de cuentas especial, pero parece que son menos estrictas. No se ha retirado ninguna escuela de este estatus desde que comenzaron, por ejemplo. Hay en este momento 20 escuelas piloto en Massachusetts.
Los datos corresponden a los resultados en exámenes estándar realizados por los estudiantes de todas las escuelas entre el tercer y octavo cursos en matemáticas y lengua. Además de las notas se sabe el sexo y raza del alumno, si eran de educación especial o tenían lengua nativa diferente al inglés, dónde vivían y si eran de renta suficientemente baja como para tener ayuda de comedor. Para controlar la selección endógena en las escuelas charter o piloto se utiliza como instrumento el hecho de que en años que una escuela tiene más solicitudes que plazas se realiza una lotería para determinar si el estudiante entra en la escuela. Esta selección aleatoria es la que permite identificar bien el efecto del tratamiento de entrar en una escuela de estos tipos.
Para ser más completo, el mecanismo de asignación en las escuelas charter está fuera del circuito de las escuelas públicas. Los padres pueden solicitar el ingreso en tantas escuelas como quieran de este tipo, y si hay más demanda de plazas que oferta se realiza una lotería para determinar a quién se le ofrece la plaza. Es posible por tanto que alguien reciba ofertas de ingreso en más de una charter, y por este motivo las escuelas tienen listas de espera, porque algunos admitidos finalmente no van allí. Esto permite a los autores usar dos instrumentos, “oferta inicial” y “oferta en algún momento”. Las escuelas piloto participan del circuito normal de admisión en las escuelas de Boston, que es parecido al español: los padres piden el ingreso en al menos tres escuelas y hay prioridad por cercanía residencial a la escuela y por tener hermanos en ella. La escuela va llenando plazas por la primera elección de los padres dando prioridad a los que tienen más puntos, pero si para las últimas plazas hay un empate entre personas del mismo grupo de prioridad, se realiza un sorteo para determinar a quién se le ofrece la plaza. Para medir la calidad de las loterías como instrumentos, los autores comparan las características observables de ganadores y perdedores en las loterías y en general las diferencias son pequeñas y no significativas. Las excepciones son probablemente debidas al azar porque las regresiones correspondientes tienen un poder explicativo insignificante.
Los resultados son significativos y cuantitativamente importantes para las escuelas charter. Un estudiante de escuela media (es decir, los cursos sexto, séptimo y octavo) que entró por la lotería en una escuela charter gana alrededor de 0,25 desviaciones estándar por año en pruebas de lengua y 0,4 desviaciones estándar en matemáticas (lo que supone aproximadamente pasar del percentil 50 al 60 en lengua y del 50 al 65 en matemáticas, una de las ganancias más altas que se conocen para intervenciones educativas). Para el “high school” (los últimos cuatro años antes de la universidad) las ganancias son muy similares en matemáticas y algo menores en lengua, excepto si se incluye en la regresión la notas anteriores al “high school”. Para las escuelas piloto, por otro lado, los efectos son mucho menores. Para la escuela media, los efectos por año de tratamiento son de 0,07 desviaciones estándar por año en lengua y cero en matemáticas. Para el “high school” los efectos son cero tanto en lengua como en matemáticas.
Para ser cuidadosos, los autores comprueban que los resultados no se deben a que los perdedores de la lotería desaparezcan de la muestra con mayor probabilidad que los ganadores. Tampoco se debe a que las escuelas charter expulsen a los malos estudiantes, porque el tratamiento se asigna a los estudiantes si se les ofreció una plaza, y si se marchan siguen asignados al grupo de tratamiento. Además los cambios de escuela no son mayores entre los alumnos que son tratados que los del grupo de control. En general los autores no encuentran que la movilidad sea una causa probable de los resultados. La otra sorpresa es que las ganancias no parecen deberse a la composición del aula, las ganancias de notas son de hecho mayores para los chicos que asisten a escuelas con peores compañeros.
¿Por qué son más eficaces las escuelas charter? Aunque no hay suficientes escuelas como para probarlo de manera definitiva, los autores piensan que es significativo que la mayor parte de ellas adopten el modelo sin excusas. Yo añadiría que la mayor rendición de cuentas es un elemento que les permite también a las escuelas no abandonar la disciplina que ellas exigen a los alumnos.

Víctima, 14 de junio: Ángel Zapatero Antolín

Libertad Digital.



A las 19:20 horas del jueves 14 de junio de 1984, el guardia civil ÁNGEL ZAPATERO ANTOLÍN moría en el Paseo de Larracho de San Sebastián destrozado por la explosión de una bomba colocada por ETA, que estalló en el momento en que accionaba la llave de contacto de su coche. La onda expansiva despidió el vehículo del guardia civil a varios metros de distancia, envuelto en una columna de humo y fuego. Ángel falleció en el acto y su cuerpo, calcinado por las llamas, quedó atrapado en el amasijo de chatarra en que quedó convertida la estructura de su vehículo, un Citroën GS con matrícula de Madrid. El cadáver tuvo que ser extraído por los bomberos, que llegaron al lugar minutos después de la explosión.
La explosión pulverizó los cristales de las viviendas de los alrededores y ocasionó serios desperfectos en los coches aparcados en las inmediaciones. Un niño de nacionalidad portuguesa de 14 años de edad, José Evangelista Matías, también resultó herido por la deflagración, y fue trasladado a la Residencia Sanitaria Nuestra Señora de Aránzazu. El chaval, que paseaba a varios metros del lugar donde se produjo la explosión, fue alcanzado en la pierna derecha por un neumático del coche del guardia civil asesinado que salió despedido por la explosión. Precisamente, el artefacto explosivo estaba adosado a la rueda delantera, dispuesto para explotar en el momento en que el guardia civil accionara el contacto.
El ministro del Interior, José Barrionuevo, presidió el funeral por el alma de Ángel Zapatero, que se celebró al día siguiente en la parroquia donostiarra de San Luis. Con el ministro, que acompañaba a la viuda, se encontraba el teniente general, José Antonio Sáenz de Santa María. Entre las autoridades presentes estaban también los gobernadores civil y militar de Guipúzcoa, el viceconsejero de Interior del Gobierno vasco, Eli Galdós, y los parlamentarios vascos Txiki Benegas y Jaime Mayor, así como el alcalde de San Sebastián, Ramón Labayen. El furgón fúnebre llegó a la iglesia a las 18:30 horas, precedido por siete coronas de flores. El féretro fue llevado a hombros por los compañeros del guardia civil asesinado.
En 1988 la Audiencia Nacional condenó a los hermanos Antonio y Domingo Troitiño Arranz a 29 años de reclusión por el asesinato de Ángel Zapatero Antolín. Los hermanos Troitiño acumulan un largo historial de asesinatos: Antonio supera la treintena de asesinatos, mientras que a su hermano Domingo, captado por el primero, se le atribuyen una veintena de víctimas mortales. En 1990 fue condenado por el mismo atentado, y a las mismas penas que los hermanos Troitiño Arranz, el etarra Ángel Zabaleta Mendía.
Ángel Zapatero Antolín, de 39 años de edad, estaba casado y era padre de dos niñas de 10 y 7 años. En el momento de su asesinato estaba destinado en el cuartel de Inchaurrondo como miembro del Servicio Fiscal de la Guardia Civil. Era natural de La Mudarra (Valladolid), pero vivía en San Sebastián desde que tenía veinte años. Diez años antes de ser asesinado se trasladó al barrio de Alza de la capital donostiarra, muy cerca del cuartel en el que prestaba sus servicios. Sus restos mortales fueron enterrados en el cementerio de Polloe de San Sebastián por expreso deseo de su viuda.

Which is it? Both--or neither

Kurt Schuler.


Scott Sumner writes,

"I don’t object to people noting that Bretton Woods had some characteristics of the gold standard; I’ve made that argument myself. But I wish the gold bugs would get the story straight.  Half of them seem to think the US monetary system of the 1920s wasn’t really a gold standard, and half seem to think Bretton Woods was.  Which is it?"

The answer is "both" -- or "neither." Here's why.

The pre-World War I gold standard included the following characteristics: (a) On the eve of the war, world GDP was divided roughly 50-50 between countries that had central banks and those that did not. Most of the world outside of Europe did not have central banks, with the significant exception of Japan. (The U.S. Federal Reserve had been established by law, but did not become operational until shortly after war broke out in Europe.) (b) Most independent countries were on a gold or silver standard. (c) Significant exchange controls were rare. (d) Gold and silver coins were in widespread use.

The interwar gold standard differed from the prewar gold standard in each characteristic. (a) Central banking was the dominant monetary system. Free banking almost disappeared; currency boards, though they became more widespread in the period, existed mainly in colonies or League of Nations mandates. (b) The gold standard remained the ideal until the 1930s, but it was an ideal that more and more countries had difficulty adhering to. Among independent countries, the gold exchange standard, rare before the war, became widespread. Under the gold exchange standard, central banks held a large share of reserves in foreign securities that before the war they would instead have held in gold.  (c) Exchange controls were widespread except for a stretch of several years in the 1920s. (d) Gold coins disappeared from use and silver coins became rarer.

Under the Bretton Woods system, the characteristics again changed. (a) Central banking was even more dominant than in the interwar period. (b) Member countries of the Bretton Woods system and their colonies were on a gold exchange standard in which the U.S. dollar was the only major currency exchangeable for gold during most of the life of the system. (c) Exchange controls were widespread for the whole life of the system. Even in the United States, the linchpin of the system, the dollar was only exchangeable for gold by central banks, not by private persons. (d) Gold coins were no longer minted except as collector’s items and silver coins disappeared from use almost everywhere, a sign that governments and the public did not expect the same durability of exchange rates under the Bretton Woods version of the gold standard as under the pre-World War I version.

Keeping the characteristics of each period in mind, it is not surprising that when referring to the interwar or Bretton Woods periods in a short phrase, some people consider them gold standards and others do not. Judged against the pre-World War I gold standard, the later periods retained some similarities but also introduced significant differences. Some people stress the factor of continuity that the monetary system continued to center on gold in one way or another; others, me included, stress the differences.

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La niña que espera por un milagro de la salud pública


Idania Rodríguez, madre de la niña Diane Yadira Arias, quien no ha podido ser operada en Cuba. Foto de Hablemos Press.

Por Calixto R. Martínez/ Hablemos Press.
BAYAMO.- Mientras el gobierno cubano proclama su sistema de atención médica gratuito como uno de sus pilares más fuertes en materia de derechos humanos, Idania Rodríguez Rodríguez no tiene razones para creerlo.

Idania Rodríguez vive en la extrema pobreza en una casa ubicada en Avenida de los Mártires No. 154, en Bayamo, provincia Granma. Su hija Diane Yadira Arias nació el 21 de septiembre del 2008 padeciendo de atresia esofágica y fue operada cinco horas después de su nacimiento.

“Desde entonces estamos pasando trabajo”, declaró Rodríguez. “Nosotros vivimos en una casa pequeña, con muy poca ventilación y pésimas condiciones de vida”.

Dice que ha sido abandonada a su suerte. Los médicos le han asegurado que la situación de su hija se resuelve con una operación, pero "solo se la harán cuando se le cure el catarro que padece hace dos años".

“Mientras tanto la que estoy pasando trabajo soy yo, porque como todo lo que ingiere es líquido y todavía se orina en la cuna, no hallo que ponerle, porque no hay tela antiséptica. Ni me garantizan nada. Para conseguir las mangueritas, las jeringuillas… para todo paso trabajo”, expresó.

La niña fue ingresada en agosto del año pasado para combatirle el catarro, pero no le suministraban el medicamento indicado, porque al parecer. Solo recibía cuatro onzas de merienda, por la mañana y por la tarde, muy poco para las necesidades de una nña de tres años.

“Yo les dije a los médicos que no podía seguir así, la niña se me estaba llenando de picadas de mosquito y estaba expuesta a recibir una bacteria, pues era una sala muy infecciosa y por eso decidí sacarla del hospital”, dijo Rodríguez.

Hasta el momento no ha recibido ningún tipo de atención especial o ayuda por parte del Estado.

“¿Ayuda…? ¡Nada, ni un módulo! En estos momentos estoy cocinando con luz brillante [kerosén], ahí mismo en el cuarto, que le hace daño a la niña, porque no he recibido cocina de gas licuado... A veces tengo que andar pidiendo de favor en el barrio  una Batidora prestada para batirle los alimentos” relató la mujer.

Agregó que ha ido a las sedes de los gobiernos municipal y provincial en busca de respaldo, pero "lo que me dieron fue un papel donde decían que no podían ayudarme en nada”.

Vajont, el Titanic de las presas

Octavio Domosti. Jot Down.



“Lo peor no es cometer un error, sino tratar de justificarlo, en vez de aprovecharlo como aviso providencial de nuestra ligereza o ignorancia”.
Santiago Ramón y Cajal, Premio Nobel de Medicina (1852-1934)
Una serie de accidentes ocurridos durante el siglo pasado en destacadas obras de ingeniería han dejado una huella imborrable en el inconsciente colectivo. Curiosamente, muchas de estas desgracias se produjeron cuando la ambición o prepotencia cegaron el sentido común y el rigor profesional, transformando records del mundo en tragedias: el bamboleo del puente de Tacoma, el incendio del dirigible Hindenburg… y por supuesto, el Titanic, el buque que alardeaba de ser, además de insumergible, el más grande y lujoso de su tiempo pero su primer (y último) viaje solo le llevó al fondo del océano Atlántico dejando tras de sí unos 1500 muertos. Menos conocido, el incidente de la presa bóveda de Vajont (Italia), que con sus 261,6 metros era la más alta del mundo en el momento de su inauguración, costó la vida a más de 2000 personas(1) la noche del 9 de octubre de 1963. Cuando la mayor parte de los habitantes de la zona estaban en la cama o viendo un partido de fútbol por televisión, una ola gigantesca proveniente del embalse de Vajont arrasó pueblos enteros… pero tanto aguas arriba como aguas abajo del valle. Y la presa aún permanece intacta hoy en día. ¿Qué había sucedido?
Panorámica de la presa de Vajont antes de la catástrofe. Para apreciar la escala de la fotografía, la coronación de la presa (abajo, a la izquierda) mide 190,50 metros

Aquellos estímulos de 2008-2009

Ángel Martín.



Lo que hace no mucho parecía casi impensable, ahora es realidad. Las últimas semanas han precipitado un debate acerca de los escenarios de corto y medio plazo más probables para la economía española. Cada día que pasa la intervención extranjera, ya sea a través de un nuevo programa expansivo del BCE, un rescate más o menos explícito u otras vías, está más cerca. Porque la posibilidad de que España vaya a salir de esta por sus propios medios, empieza a considerarse casi utopía.

Aunque existe otra alternativa: que se decida abandonar la Eurozona, escenario que en estos momentos no es el más probable en el corto plazo, pero en absoluto descartable en el medio. Si bien, dado lo frenético de los acontecimientos, el medio plazo puede devenir en corto en apenas días o semanas.

En un contexto en el que incluso la existencia de la propia divisa está en juego, la incertidumbre difícilmente podría ser mayor. Especialmente cuando los mercados financieros, como respuesta racional al entorno, viven más pendientes de las decisiones emanadas de un sistema de gobernanza europeo –que no merece tal nombre-, que de lo que sería lo suyo. Con estos mimbres, no se puede generar una recuperación económica sostenida.

El último boletín del Observatorio de Coyuntura Económica del Instituto Juan de Mariana entra de lleno en este debate, recordando los efectos de los planes de estímulo fiscal. Efectivamente, con la retórica de la austeridad que ha imperado desde mitad de 2010, parece que ya se ha olvidado que en 2008 y 2009 España implementó sustanciales paquetes de aumento del gasto público.Conviene traerlo a colación, no solo como ejercicio de historia económica, sino para advertir de que estas políticas keynesianas no son (ni fueron) el camino a seguir para fomentar el crecimiento y empleo sostenido, como algunos sugieren en la actualidad.

Otros, quizá la mayoría, tienen una perspectiva más matizada. Lamentan el extremo deterioro de las finanzas públicas y las tensiones en los mercados de deuda, circunstancias que desgraciadamente, argumentan, dejarían al gobierno español sin suficiente margen para aplicar "políticas de crecimiento" basadas en mayores desembolsos públicos. Pero aun en esta situación, que es precisamente en la que se encontraba España en el comienzo de la crisis (recordemos el superávit de casi el 2% de 2007), este tipo de políticas resultan inefectivas y dejan un considerable lastre en términos de mayor deuda y déficit que suponen un adicional deterioro de la posición financiera respecto al exterior, como analiza el boletín.

El debate entre austeridad y crecimiento sufre de un gran problema: no es cierto que menos austeridad, vía políticas de estímulo del gasto gubernamental, sean necesariamente beneficiosas para el crecimiento y el empleo, como suele asumirse alegremente.

En esencia, y simplificando mucho, buena parte de las divergencias que surgen respecto a qué estrategia debería seguir la política fiscal durante las recesiones, se deben a la teoría del ciclo económico que se tiene en la cabeza. ¿Es la causa principal de la crisis un colapso repentino de la demanda agregada, debido al ciclo de las expectativas y la inestabilidad de la inversión privada? En ese caso, parece lógico que la respuesta deba estar destinada a estabilizar la demanda a través de mayor gasto público.

Pero si, como defendemos en este boletín, la crisis se origina como consecuencia de un boom artificial e insostenible –caracterizado por masivas malas inversiones y errores de los agentes económicos-, entonces el énfasis estará en permitir que esos errores se corrijan. La política fiscal expansiva, desde esta perspectiva, sería contraproducente, dado que dificulta este ajuste.

Y así pensamos que ha sido. Los datos y argumentos los tienen detallados en el boletín.